LO VEO

Bicho Vintage: la moda es un tesoro

Interior de la tienda de Bicho Vintage.
photo_camera Interior de la tienda de Bicho Vintage.

María Cobas es una de las responsables de “Bicho Vintage”, una tienda que no vende ropa, sino pequeñas joyas en forma de prendas. Lo que comenzó como una aventura online, se materializó hace cerca de cuatro años en Santiago para ofrecer ropa antigua con mucha calidad

¿Cómo y cuándo surgió la idea de abrir una tienda vintage?

El proyecto empezó a rondarnos la cabeza en el año 2010 y empezamos poco a poco a darle forma. Fue el 1 de enero de 2012 cuando arrancamos con la tienda online y después de unos años, en verano del año 2015, abrimos la tienda física de Santiago de Compostela

¿Cuál es el proceso de selección?

En los primero años hicimos varios viajes por distintos países para conocer personalmente proveedores y determinar qué tipo de prendas se podían conseguir en cada lugar y el cuidado que en cada sitio se le daba a la ropa. Hay que dedicarle mucho tiempo para saber dónde se pueden conseguir según qué cosas si quieres diferenciarte y tener calidad. Queremos abarcar distintos tipos de estilo y de décadas: sixties, space age, pin up de los años 50, estilo mod, años 90, swing, rockabilly… Intentamos disponer de todo tipo de prendas según la temporada y la ropa que tenemos a la venta, si tuvo uso previo, está en perfecto estado, lavada y planchada.

¿Cómo se determina el valor de una prenda ya usada?

Evidentemente no toda la ropa vale para vender. No somos una tienda de segunda mano como tal. Vendemos prendas que se escapan de los modos de fabricación actual, ya que entendemos que no están pensadas con ánimo de durar. Lo que determina el valor es su calidad, su conservación y la dificultad para conseguirla, aunque manejamos precios bastante asequibles.

¿Es receptivo el público gallego a la moda vintage?

La verdad es que está siendo muy bien recibida. Desde siempre hemos tenido clientes gallegos en la tienda online, y desde que tenemos la tienda física podemos hacer perfiles un poco más exactos, claro. Al vender prendas de todas las décadas y estilos, nos manejamos en un target bastante amplio. Según la edad, interesa más un estilo u otro. La gente más joven está tirando ahora hacia la ropa de los años 90, y la de 30 o 40 se basa en estilos más clásicos como vestidos de los años 60 o 70, camisas rockabilly, abrigos clásicos, etc.

¿Qué suele buscar la gente que acude a comprar ropa vintage?

En unos tiempos de fabricación y venta masiva, hay gente que busca diferenciarse. Por una parte, la ropa vintage te permite marcar la diferencia, llevar una prenda que nadie más llevará y que definirá tu estilo, por eso mucha gente mezcla básicos actuales con piezas que destaquen en su look y que les diferencien. Por otra, los tejidos y la calidad de esas prendas son muy superiores a las de fabricación actual, y eso también es muy valorado, además de que no deja de ser una forma de hacer el planeta más sostenible, reutilizando ropa que aún está perfecta para ser usada.

En ocasiones las tiendas vintage albergáis auténticos tesoros. ¿Cuál ha sido vuestra prenda más especial?

Buf… me lo pones muy muy difícil. Manejamos muchas prendas y la inmensa mayoría, piezas únicas. Igual es un poco exagerado, pero al seleccionar cada una de ellas, revisarla, prepararla para la venta, fotografiarla para la tienda online… a algunas hasta le acabas cogiendo un cierto cariño. Sería complicado escoger una entre tantas, muy complicado, así que diremos que la más especial está aún por llegar.

En un mundo dominado por el ‘fast fashion’, ¿por qué nos atrapa tanto todo lo vintage?

Creo que hay varios motivos. Está claro que todo acaba agotando, y de lo que se abusa pues mucho más. Con el “fast fashion” llegó la posibilidad de tener mucha ropa a precios bajos y, claro, todos queríamos tener ese tipo de chaqueta o de abrigo que nunca tuvimos y que nos hubiera encantado, pero fue tal el abuso, que termina por cansar, y empiezas a ver que es ropa que no dura, que es de mala calidad, que su confección perjudica, y mucho, al planeta. Además, si a nadie le gusta cruzarse con alguien que lleve la misma prenda, imagínate con cuatro o cinco… El vintage te aporta eso, que uno busque su estilo y escoja sus prendas fetiche sabiendo que es prácticamente imposible ver a alguien con una prenda igual.

Las tendencias vuelven cada tanto. ¿Hay alguna cuya vuelta os haya sorprendido?

Por la edad que tenemos, sin duda, la de la ropa de los 90, claro. Fue la que llevamos en nuestra adolescencia y al principio te sorprende su vuelta, hasta que te das cuenta de que son esas mismas prendas pero llevadas de una forma actual, en un estilo de hoy, en el que, por cierto, prima mucho la creatividad, y eso es muy bonito de ver.

Viendo el pasado y el presente de la moda, ¿cuál es su futuro?

Siempre es difícil hacer una previsión, pero diríamos pasa por primar la sostenibilidad y la creatividad. Los tiempos de la ropa masiva se terminan por propia conciencia de los consumidores como también se está terminando en cualquier producto. Somos más responsables y estamos más concienciados con lo que produce nuestro consumo y por ello creo que estamos buscando y primando formas más responsables de hacerlo. 

Te puede interesar