Con arte

Bicos de sete colores

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A Panadería continúa con éxito la representación de su obra “Elisa y Marcela” con una puesta en escena original y también llena de riesgo

¿Qué es la modernidad? ¿Quién la marca? ¿El año que registra rigurosamente el calendario o la osadía de las personas que viven en cada época? En el caso de las gallegas  Elisa y Marcela sólo cabe una respuesta: ellas, su valentía y su amor.

Porque su historia, contada desde el único prisma de nuestra actualidad, ya no tendría nada de especial, muy poco que contar: una boda entre dos mujeres. Aunque, un momento.

También ahora, en pleno siglo XXI estarían de plena actualidad y seguramente escandalizando a una gran parte de la sociedad. Porque sí, fue una boda entre mujeres allá por el año 1901, eso ya está superado en este país, pero lo hicieron por la iglesia y eso aún no ha sucedido en ningún país.

Una historia, la de Elisa y Marcela, llena de matices, de riesgos, de encuentros, desencuentros, de dolor y de amor, mucho amor. Y perfectamente contada y sentida por  A Panadería, en una coproducción  con el Centro Dramático Galego. No es de extrañar que la obra haya sido tan premiada.

Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, bajo la dirección de Gena Baamonde, ofrecen una interpretación excepcional, rica en detalles, pero sin excesos, sin exageraciones y llenas de verdad.

Como han destacado ellas mismas, “la compañía continúa con su línea de creación, basada en el humor, la música y el trabajo de actriz. Además, mantiene su compromiso con la igualdad, formando un equipo íntegro de mujeres”.

Nada más y nada menos en los tiempos que nos ha tocado vivir. No es una historia fácil de contar, sin caer en tópicos, en estereotipos o en dramas excesivos. Nada fácil hablar de Elisa y Marcela desde la contemporaneidad, desde la frescura y desde el humor.

Pero A Panadería lo ha hecho y lo ha hecho en mayúsculas. Un espectáculo para disfrutar, reflexionar, pensar y entrar en debate. Isabel Coixet puede tener un buen reflejo para mirar. 

El 8 de junio de 1901 dos mujeres, Elisa y Marcela, se casan en la iglesia de San Xurxo en A Coruña. Para conseguir engañar al cura y hacer oficial su amor, Elisa se transforma en Mario. Es el primer matrimonio homosexual del que se tieen constancia. Mujeres transgresoras y desafiantes, de las que aún hacen mucha falta.

LUGAR: Auditorio Municipal (Vigo)

FECHA: 02/06 a las 21:00 h

ENTRADA: Desde 10 euros

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