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Botsuana: la África soñada por el viajero

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photo_camera El río Okavango Rien en el Desierto del Kalahari.

Botswana es uno de los países más fascinantes del sur de África.

Una mezcla sin parangón en toda África: grandes contrastes ambientales y paisajes intensos. Botsuana es un país sin litoral, tiene casi el mismo tamaño que Kenia, Francia o Texas y está cubierto por grandes zonas de matorrales y praderas de sabana, que facilitan inmensas migraciones de mamíferos ungulados, cada vez menos frecuentes en el resto del continente. Además, el territorio está repleto de maravillas naturales: desde los salares del gran lago Makgadikgadi hasta las marismas del delta de Okavango, de color verde esmeralda.

Por supuesto, eso es sólo una parte. Botsuana es el relato de una historia africana de éxitos políticos y económicos. Tras alcanzar la democracia en 1966, se descubrió que Botsuana albergaba dentro de sus fronteras tres de los depósitos naturales de diamantes más ricos del mundo. Desde entonces, el país disfruta de estabilidad económica y de un buen nivel de educación y de atención sanitaria, único en el África subsahariana (a excepción de Sudáfrica). Al mismo tiempo, Botsuana es una de las sociedades más urbanas del mundo, y entre las principales prioridades de la agenda del Gobierno está ofrecer trabajos formativos y profesionales.

No obstante, ese barniz de modernidad sirve para ocultar que buena parte de Botsuana sigue siendo destino para intrépidos, por no tocar el tema económico: su naturaleza de espacios cuasi infinitos, casi sin carreteras, exige tiempo, esfuerzo y mucho dinero para disfrutarla en su plenitud. Pese a ello, sin duda, Botsuana es el África soñada. Con su kit completo de predadores y presas, no deja de asombrar a primerizos del safari y a veteranos avezados por igual.

Botswana es uno de los países más fascinantes del sur de África. Un país sin litoral, encajado entre Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe, de extensión un poco mayor que la de España, pero con solo dos millones de habitantes. Es más fácil cruzarte con un elefante que con un botswano porque el país alberga también la mayor concentración de paquidermos del continente negro: unos 110.000.

Una de las visitas obligadas edn Botsuana es el Delta del Okavango, formado por la desembocadura del río Okavango Rien en el Desierto del Kalahari, lugar donde antiguamente había un antiguo lago. Un tramo de las islas, islotes y lagunas (muchas de las cuales cambian de forma y incluso desaparecen al llegar la estación de las lluvias) con una inmensa vida salvaje, Okavango alberga muchos campamentos de safari, la mayoría de los cuales no son accesibles por carretera sino con pequeños aviones que salen de Maun, el principal pueblo de la zona.

Otro lugar fascinante son los parques nacionales de Moremi y Chobe, en el norte de Botswana, otra de las zonas vírgenes más interesantes y desconocidas de África. Entre los dos reúnen una población de 60.000 elefantes.
Finalmente es obligado visitar las Tsodilo Hills, un grupo de cuatro montañas sagradas que emergen solitarias en medio del Kalahari.

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