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Bule Bule: Un rincón para un sábado son sol otoñal en Allariz

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La comida está bien elaborada, el producto es de buena calidad, pero además disfrutas de un rincón agradable

Resulta difícil no quedar enamorado de cualquier rincón de Allariz. Tan difícil como encontrar un restaurante en el que comer un sábado, si no has reservado primero. 

Si no me falla la memoria, el Bule Bule es el octavo restaurante en el que como en Allariz y sé que todavía me quedan unos cuantos. Lo elegí este sábado pasado, porque lucía un espléndido sol de otoño y resultaba muy agradable comer en una plaza tan coqueta como la de Abaixo. Me di cuenta que de todos los clientes que estaban sentados en el entorno yo debía de ser el más viejo. Lejos de acomplejarme me produjo una gran satisfacción: los jóvenes hacen excursiones por Galicia adelante y disfrutan de la gastronomía local de cada villa. En el Bule Bule puedes disfrutar de una comida a base de tapas, con un amplio repertorio, unos platos más sofisticados, otros más tradicionales, pero siempre con un toque moderno y personal, como sus croquetas caseras, su raxo adobado, sus tostas de salmón con guacamole o sus huevos rotos con jamón ibérico. Estos díás como la mayor parte de los establecimientos alaricanos, participa de las Xornadas da Carne do Boi con unos raviolis.

La comida está bien elaborada, el producto es de buena calidad. Pero además, disfrutas de un rincón agradable, si se come en la terraza como fue mi caso, atendidos por unas chicas extraordinariamente amables. El servicio, además, es tan rápido y eficiente, porque la cocina también lo es, que el tiempo entre pedir y comer es justo el necesario para que el plato esté en su punto. Las tapas, en realidad están dimensionadas para compartirlas y los precios yo diría que son de ganga. Así que, lo dicho. Muy recomendable.

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