Que Galicia es tierra de quesos ya nadie lo duda a estas alturas. El dominio de la leche de vaca en su elaboración es uno de sus rasgos característicos, con propuestas tan singulares como el queso Tetilla, el San Simón da Costa, al que el humo de una fogata alimentada con leña de abedul le da su aroma característico, y el Cebreiro, considerado uno de los quesos más singulares de Europa. Podría parecer que solo hay vacas en Galicia, si no fuese por la provincia de Ourense que tiene en su haber dos de las queserías que rompen con ese monopolio vacuno. El queso do Rexo, en Allariz, elaborado con leche de oveja y los que la cooperativa Como Cabras, prepara en Castro Caldelas, en su quesería que firman con la marca Touza Vella.
Los quesos de cabra de Touza Vella se encuentran actualmente, y eso es exclusivamente mérito de sus jóvenes promotores y de las cabras que cuidan primorosamente, entre los mejor valorados del mundo.
El catálogo de sus quesos de cabra no es muy amplio, pero sí interesante. Manejan distintas curaciones, desde el más tierno al más curado, que denominan “Vello” y una variación que consiste en aderezar la corteza de uno de los quesos curados con pimentón, un homenaje al origen de sus cabras murcianas, tierra de buenísimo pimentón.
