REPORTAJE

El Carmen, 70 años cuidando de Ourense

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photo_camera La familia Morante.

Tres generaciones de la familia Morante Sueiro nos cuentan la historia del centro hospitalario que es también la evolución del sistema sanitario en la ciudad

El azar quiso que dos jóvenes médicos, uno de Malpica de Bergantiños, José Sueiro y el otro de Santander, David Morante, se conociesen en Ourense. El primero venía con su hermana Gloria, con idea de establecer una clínica en la ciudad de Las Burgas. El segundo, estaba de paso, camino de Vigo, que era la ciudad a la que le había puesto el ojo para abrir consulta privada. Los dos jóvenes médicos, uno cirujano y el otro traumatólogo, congeniaron y acordaron asociarse. David puso fin a su viaje y juntos abrieron una clínica al lado del Jardín del Posío. Era el año 1949. Ese fue el principio de una historia que hoy, setenta años después, es la historia del Centro Médico “El Carmen”. Gloria y David se enamoraron y se casaron. Tres generaciones de la familia Morante Sueiro, Gloria Sueiro, su hijo David Morante y su nieto Carlos Morante, nos ayudan a desgranar las siete décadas que discurrieron desde entonces.

“Mi padre y mi tío”, explica David Morante, decidieron construir un edificio que albergase la clínica y sus viviendas. Así nació El Carmen”, cuyas obras comenzaron en 1951, con la clínica en las plantas primera y segunda y las viviendas en la tercera. Mientras, consultaban en un piso en la calle García Mosquera”.

En la década de 1950 la asistencia sanitaria en Ourense se desarrollaba en pequeñas clínicas privadas y en el hospital provincial, dependiente de la diputación. Con la inauguración del nuevo edificio, en la Avenida de La Habana, la clínica de los doctores Sueiro y Morante, El Carmen, se convirtió en uno de los centros sanitarios más grandes y modernos de la ciudad. “La medicina de entonces no era como la de ahora”, explica Carlos Morante. “Se atendían prácticamente todas las especialidades. En realidad no había las especialidades médicas de hoy día. Pero se atendían las consultas médicas y se realizaban las intervenciones quirúrgicas”. Gloria, la abuela, también participó muy activamente en esa etapa inicial del centro médico: “Mi madre entraba en quirófano y era quien se encargaba de administrar el cloroformo en las operaciones. Entonces no había anestesistas, ni tampoco las anestesias de hoy día. Se aplicaban gases como el cloroformo o el éter”, recuerda David Morante.

Nacido en 1954, David Morante estudió medicina y decidió seguir la misma actividad que su padre y su tío. “Fue algo que viví desde niño. Con catorce años veía operar a mi padre”. En 1983 se incorporó al cuadro médico del Hospital del Carmen, una vez que terminó su especialidad en cirugía plástica. El centro médico estaba a punto de cumplir sus bodas de plata y ya tenía, desde 1972 un concierto con el Instituto Nacional de Previsión, la Seguridad Social de entonces, por el que atendían y operaban a pacientes del sistema público. “La residencia sanitaria de Ourense había sido inaugurada tres años antes”, recuerda el doctor Morante, y nuestro centro médico comenzó a trabajar para el sistema público de salud prácticamente al mismo tiempo.”

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A medida que fueron pasando los años, la demanda de atención sanitaria creció en Ourense y El Carmen fue ampliando su campo de actuación. “Nuestra evolución fue en paralelo a la evolución del sistema sanitario y de la medicina”, comenta Carlos Morante, “y fuimos ampliando instalaciones a medida que esa situación lo demandaba. En esa reforma desaparecieron las viviendas de la familia para convertirlas en nuevas áreas del centro. Se pensó en elevar el número de alturas, pero la estructura del edificio no había sido concebida para ello y fuimos extendiéndonos por el entorno”.

Carlos Morante, que nació en 1982, también tuvo claro desde el primer momento que quería formar parte del proyecto familiar iniciado por su abuelo. Tras estudiar Odontología en Madrid, realizó diversos master de gestión y orientó su carrera hacia el ámbito de la gestión del centro. “Durante décadas, la gestión hospitalaria estaba en manos de los propios médicos. Los fundadores se ocupaban de todo: atender pacientes, operar, gestionar la parte administrativa y de personal… era algo natural en aquellos tiempos no solo en nuestro centro sanitario sino en cualquiera”, aclara Carlos.

Carlos Morante se integró en el equipo de El Carmen en 2010. Con él entró la tercera generación de la familia en el proyecto fundado en 1949. También vivió desde niño la evolución del centro médico y de la asistencia sanitaria. Actualmente, el hospital dispone de 50 camas, un número que según explican tanto Carlos, como su tío David, es razonable para una ciudad como Ourense en un centro sanitario de las características del suyo. “Ya no se trata de que un centro sanitario tenga muchas camas, sino de que haya mucha rotación en ellas. Hoy día se atiende a muchas más personas con cincuenta camas que hace unos años con el doble. Entre otras razones, porque la cirugía que se realiza actualmente es mucho menos agresiva y requiere de una permanencia hospitalaria más reducida, lo cual redunda en la salud del paciente y también permite atender más casos con el mismo número de camas”, explica Carlos Morante. 

Una de las innovaciones llevadas a cabo en estos últimos años, fue la incorporación del proyecto Waterhealth, un modelo de turismo de salud que aprovecha las sinergias del centro sanitario, con balnearios del grupo Caldaria. “En Ourense tenemos unas aguas termales de una extraordinaria calidad y lo que pretendemos es que una vez que se finaliza la convalecencia hospitalaria, las personas puedan restablecerse en el ambiente de un balneario, lo que acelera su recuperación mucho más que si lo hacen en su propia casa.” 

En 1991 falleció uno de los fundadores, el doctor José Sueiro, un hombre que había tenido una vida muy activa en Ourense, ciudad en la que fue concejal. Veinte años después fallecía el doctor David Morante. Aquella primera generación quedó representada por la hermana del primero y esposa del segundo, Gloria Sueiro, la abuela, una mujer que dedicó también parte de su vida a este proyecto en el que toda la familia se implicó y con el que se vincularon definitivamente a Ourense.

En estos setenta años, Ourense duplicó su población, vio mejoradas sus infraestructuras, su tejido económico e industrial y también la atención sanitaria, con la construcción, primero de la Residencia Sanitaria y posteriormente la creación del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. La medicina también evolucionó de manera considerable en ese período. “La medicina evolucionó de manera espectacular –afirma el doctor Morante- pero no solo desde que mi padre y mi tío pusieron en marcha El Carmen, hace setenta años. Es que las cosas han cambiado mucho desde que empecé yo y sigue haciéndolo cada día”. En ese tránsito de constante evolución, El Carmen no ha dejado de ponerse al día. “No hemos crecido en tamaño, en el aspecto físico, pero sí nos hemos preocupado mucho de estar siempre a la última en lo que a medios se refiere”, añade David Morante. 

En esa evolución se han mantenido fieles a los principios formulados por los fundadores, de desarrollar una medicina humanitaria, muy cercana al paciente y a la sociedad en la que la practican. Lo que era común hace setenta años, que los centros sanitarios fueran pequeñas empresas familiares hoy día es una rareza y en Galicia no quedan más de dos, siendo El Carmen el único en la Galicia Sur. Mantenerse en esa línea resulta difícil, como nos cuenta David Morante, cuando tantos grupos empresariales del sector de la sanidad se encuentran en expansión y buscan centros de estas características para implantarse por toda la geografía.

“No es fácil seguir, en ese entorno tan competitivo, y requiere doblar esfuerzos. Prácticamente toda tu vida está orientada a ello. Te conocen, confían en ti, es una relación directa, no es esa situación impersonal que se vive con una sociedad anónima. Y en nuestro caso, además, confían en nosotros, porque ven que el sistema público de salud, que es el Sergas lo hace”, explica David.

La permanencia de ese carácter familiar está garantizada con la tercera generación, personalizada en Carlos Morante. El Carmen cuenta con una plantilla de 117 personas de un total de 190 que trabajan en ella, de los que el resto son médicos  colaboradores.

Le pedimos a Carlos Morante que calcule cuántas personas han sido atendidas a lo largo de estos 70 años: por el servicio de urgencias, que tiene veinte años, han pasado ochocientas mil personas. El número de consultas y actos médicos desde 1949 supera los cinco millones y el de pacientes ingresados, los doscientos mil.

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