entrevista

Cayetana Cabezas: contadora de historias

Cayetana Cabezas.

La vemos en la serie “Brigada Costa del Sol” como actriz, pero Cayetana Cabezas es mucho más. Una contadora de historias en teatro cine y televisión

Nació en Madrid pero se crió en Ourense, ciudad en la que vivió hasta los 17 años, y de la que su padre fue alcalde durante doce años. Volvió a Madrid para estudiar arquitectura y allí instaló su estudio. Al cabo de un tiempo lo cerró para dedicarse al teatro, una pasión que fue infiltrándose en ella desde la infancia y que se ha convertido en su vida desde los treinta años.

1. ¿En qué momento de tu vida decidiste ser actriz?

A los 11 años estuve interna en un colegio en Inglaterra. Un lugar ajeno en el que yo no hablaba la lengua y pasaba mucho tiempo en soledad. Teníamos cuatro horas semanales obligatorias de clases de teatro. En ese aula, la premisa era (imaginad a niños de 11 años en pleno pavo) no juzgar al otro. El respeto y el amor entre los compañeros era el marco de trabajo. Nosotros no éramos lo importante. Lo importante era, y cito a Stanislavky, “amar el arte dentro de uno, y no amarse a uno mismo en el arte». Estábamos allí para contar historias.  Para mí, descubrir esto fue sanador, aunque no lo he nombrado así hasta muchos años después. A raíz de aquello, el teatro y yo siempre mantuvimos relación, pero éramos  más  bien amantes… ¡Casarse con el teatro eran palabras mayores!

2. Y estudiaste arquitectura.

Con nueve años empecé a ver planos de una casa nueva a la que nos íbamos a mudar. Un día dibujé con tiza en una pizarra una planta de la casa actual en la que vivíamos. Corrí a enseñárselo a mi padre. Le dije: “Es nuestra casa desde arriba. Para que no la olvidemos.” Me sonrió y me dijo que los que hacían eso se llamaban arquitectos. Yo le contesté que prefería ser “princesareinamodeloactrizcantanteasítodojunto” y seguí a lo mío. Años después, se instaló férreamente en mí la idea de que ser “princesareinamodeloactrizcantanteasítodojunto” no era una profesión y arquitectura podía ser una opción. Disfruté mucho la carrera. De ella me llevo amigas del alma, viajes maravillosos que hacíamos con cuatro duros, ganas de cambiar el mundo y herramientas para ello. Una mirada compositiva del espacio que aplico cada día y criterios estéticos educados que me sirven para opinar libre y convencida. 

3. Pero al final ganó el teatro. ¿Qué pasó?Caye_vertical_resultado

Antes de cumplir 30, una conversación con una tía mía,  puso orden en mis prioridades. Días después, ella falleció y yo entendí un poco más sobre el paso y uso del tiempo. Empecé a sacar de la mochila todo lo que no me dejaba caminar hacia el teatro con rotundidad y alegría. Eso supuso cerrar mi estudio de arquitectura, romper las relaciones que no apoyaban mi decisión… De nuevo la soledad. Pero ahora, gracias al internado, ya sabía que el teatro y la soledad me podían llevar a un buen lugar. Así que confié. Y no ha habido un sólo día en el que haya pensado que la decisión que tomé no fue la mejor del mundo. 

4. ¿Cómo encaraste tu formación artística?

Tras más de una década haciendo teatro con grupos no profesionales, a los 28 decidí estudiar en el Estudio Coraza para el Actor. Los cursos me los pagaba yo con el dinero que ganaba como arquitecto (otra cosa que agradecer a esa profesión). Es la inversión que más satisfacciones me ha dado. En la escuela, además de aprender técnica, he desarrollado una nueva manera de leer a los grandes autores, de entender los textos, de conocer un poco las personalidades humanas… Para mí, Juan Carlos Coraza ha sido y es estímulo creativo. Siempre hay más hondura por explorar, más belleza en las palabras del autor, más capas en los movimientos internos y externos de los personajes… 

5. ¿Cómo fue empezar de nuevo?

He trabajado durante muchos años en proyectos sin producción, sin financiación… teatro off, cortos, series web, cine. Hasta hace un par de años no he empezado a poder vivir de mi profesión.  Y la antesala, aunque no siempre ha sido fácil, sí ha sido un entrenamiento. Horas de escenario,  cultivo de la humildad, y una necesidad de practicar la multitarea artística (he hecho vestuario, escenografía, maquillaje y peluquería…) que también me llevó a escribir y dirigir. Gracias a ello me embarqué en el terreno de la dramaturgia, que me está dando satisfacciones tan bellas como La voz dormida, novela que he adaptado al teatro en forma de monólogo y que magistralmente pone en pié Laura Toledo bajo la dirección de Julián Fuentes Reta.

6. Teatro, cine, televisión... ¿Cuál prefieres?

Cada medio tiene sus joyas. La televisión, especialmente las series diarias,  tiene un tempo que te prepara el músculo de la resolución para lo que venga. No hay tiempo. Para estudiar, para rodar, para repetir. Requiere concentración, disciplina, pragmatismo… y fe en que hay un equipo detrás que sostiene lo que estás haciendo. El teatro, aunque tampoco siempre, requiere más del amor por el fuego lento. Y el contacto con el público, que hace diferente cada función, es impagable. Cada día una aventura. Somos exploradores del escenario. Actualmente estoy con la obra “Dos más dos”  en Teatro Lara.  Hacerla y disfrutarla es todo una. El público es espejo y resonador… Es fascinante verse sorprendido cada tarde por nuevos estímulos. 

7. Actualmente eres Marielena en Brigada Costa del Sol, una mujer ambiciosa y con mucho carácter. ¿Cómo afrontas la preparación de un Cayetana Cabezas.papel?

Con todo el respeto hacia el guión que otros han soñado y todo el amor por la profesión. Disfruto de investigar para imaginar una vida que no es la mía. Otras relaciones, otros acentos, otras circunstancias… Observo a gente que pueda darme pistas, que me inspire. Leo, visito museos en los que pinturas de la época puedan darme pinceladas sobre sus cuerpos, sus movimientos… Vivimos en la era de la comunicación. Buscar es fácil. Seleccionar y no convertirse en una feria que no se sabe a qué suena, quizás a veces más difícil. Jeje! Hay que afinar la vista. Actuar requiere tomar decisiones.

8. La serie está coproducida por Netflix. ¿Hay más oportunidades con las plataformas digitales?

Absolutamente. Son espacios con más libertad de creación. Puertas para nuevos proyectos que quizás no terminan de ver las cadenas como “apuestas seguras”, pero que generan público leal. La oferta va a ser mayor, eso siempre es bueno y genera criterio. Que cada cual elija en qué quiere invertir su tiempo.

9. ¿Tienes en mente algún nuevo proyecto?

Para eso nos vendría bien otra entrevista y un buen vino, pero, como titular, decir que, sigo escribiendo para generar proyectos en los que creo. Actualmente tengo uno muy personal de teatro que quiero levantar. Veremos cómo se teje la estructura creativa y si los tiempos acompañan. Confío absolutamente es que estoy en el lugar que tengo que estar. Soy una contadora de historias y esta entrevista ha sido un pedacito de la mía.

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