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Caza y termalismo, la receta ideal para días de frío invierno

Balneario de Lobios piscina_resultado
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Un menú sorprendente, en un ambiente que recomiendo encarecidamente en días de frío invernal como los que acabamos de pasar

Hace años, dieciséis creo recordar, formaba parte de un jurado de un concurso gastronómico  junto con Luis Irizar que por unanimidad otorgó el premio al mejor plato a una lamprea elaborada por cocinero del entonces recién estrenado hotel balneario de Caldaria en Lobios. Todavía hoy recuerdo aquella lamprea prodigiosa. Tantos años después fui a comer al balneario de Lobios en el que sigue todavía al frente de los fogones el mismo cocinero, Domingos González. Cazador y cocinero, su destreza en el bosque queda perfectamente redondeada en la cocina. Sobre todo cuando elabora platos con corzo, venado o ciervo.

Mi memoria también recordaba un lomo de ciervo antológico comido en Arnoia a pocos meses de la inauguración de aquel balneario, en 1995. Hablando con Domingos, el martes, supe que había sido él quien también inauguró el restaurante de aquel balneario. En fin, coincidencia y reincidencia, lo cierto es que el menú degustación que probé, dedicado a la gastronomía de la caza no me defraudó. Su arroz con corzo, o corzo con arroz, porque la presencia de la carne es generosa, es una delicia para el paladar. Su pimiento de Arnoia relleno de carne de jabalí, igual y su Coulant de callos limiaos es toda una explosión de sorpresas. Toda una demostración de ingenio y creatividad.

En resumen, un menú sorprendente, en un ambiente que recomiendo encarecidamente en días de frío invernal como los que acabamos de pasar. Sentir el frío en la cara, paseando por el entorno de Riocaldo y luego caldear el alma y el estómago, con platos así, no tiene precio. Y luego están las aguas y el balneario. No puede ser una estancia más apacible y redonda.

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