y comer

Una cocina casera para disfrutar en la carretera

El hotel restaurante Conde, en Taboadela.
photo_camera El hotel restaurante Conde, en Taboadela.

Conde es hotel y restaurante y cuenta con espaciosos comedores para banquetes y comidas multitudinarias. Pero para el día a día dispone de un comedor más contenido, acogedor y muy bien atendido.

Paré por primera vez en este restaurante hace más de 15 años. Recuerdo de aquella ocasión un buen servicio y una cocina casera. Me había parecido ese típico restaurante de carretera que siempre agradeces encontrar cuando se acerca la hora de comer. 

En esta ocasión no me cuadraba de camino. Yo andaba por el Ribeiro pero pensé. “¿Seguirá teniendo una comida rica aquel restaurante que había en Taboadela?” y, dicho y hecho, fui a comprobarlo.

Conde es hotel y restaurante y cuenta con espaciosos comedores para banquetes y comidas multitudinarias. Pero para el día a día dispone de un comedor más contenido, acogedor y muy bien atendido. En eso no ha cambiado. El menú es amplio, en el sentido de que puedes escoger entre varias opciones de carne, pescado, aves y en los primeros, también mantienen esa variedad, con un denominador común: una cocina muy tradicional. 

Probé los callos, de primero. Me parecieron ricos. No están en el top ten de los mejores de Galicia, pero se defienden bien en un menú del día. La carne asada fue mi segunda elección. Con ella quería desquitarme del restaurante de la semana pasada que tenía una carne seca como la mojama. Aquí la elección y el corte de la pieza de la ternera resultaron más acertados. Todo tiene su enjundia., no solo una buena receta. Y entre los numerosos postres, quise tomar el flan, porque todavía me acordaba del que había tomado allá por 2004 (el estómago tiene mejor memoria que el cerebro). Y en verdad que no me defraudó. Con sus ojuelos, una textura y un sabor de verdadero flan casero. En resumen. Sigue siendo un restaurante que no defrauda a quien le caiga de camino a la hora de comer.

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