"Salvo mi corazón, todo está bien"

El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince regresa a las librerías con ‘Salvo mi corazón, todo está bien’ (Alfaguara), protagonizada por un sacerdote bondadoso que espera para un trasplante de corazón, ya que al autor le interesa más este “misterio” de la bondad que el de la maldad.

“Lo normal en este periodo, lo correcto casi, es que cuando sale un sacerdote de este tipo, sea pederasta o con alguna perversión. En el caso de mi novela hay dos curas y lo que yo suelo decir es que uno no es pedófilo, sino cinéfilo, y el otro no es pederasta, sino biblista”, bromea el escritor, nacido en Medellín en 1958, en una entrevista. Pero a pesar de que reconoce que no logra meterse muy bien “en los pantalones -o en las sotanas- de las personas malas”, en “Salvo mi corazón, todo está bien”, sí que consigue entrar bien en la piel de dos curas, aunque él mismo se defina como un “descreído”. Explica que para escribir este libro entrevistó a muchos sacerdotes, amigos y compañeros de Luis Alberto Álvarez, sacerdote y crítico de cine colombiano, en el que se inspira para crear el personaje del padre Luis Córdoba, apodado “El Gordo”, cuya envergadura hace que sea más difícil encontrar un donante compatible.

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