Y comer

El coto lleva su carta tradicional a domicilio

El Coto comedor
photo_camera El Coto comedor
Es uno de los clásicos de la cocina tradicional ourensana que ha decidido afrontar esta crisis sanitaria con un servicio personalizado a domicilio

Para quienes desean seguir disfrutando de una carta bien pertrechada de pescados y carnes y un buen surtido de entradas tan variadas como apetecibles. Una carta que, con las limitaciones que tienen las circunstancias actuales, mantienen en la medida de lo posible. Yo destacaría, entre esas entradas, las fabas con almejas, los callos, la tortilla, por poner tan solo tres ejemplos. Y entre sus platos principales soy un incondicional de sus carnes, especialmente de la carne richada. Pero he visto que no se resisten a poner los mejores sabores del mar en su carta y en esta época apuran las últimas unidades de la centolla, que todavía sigue en temporada y en comida (en junio ya empiezan a flojear), o un buen arroz con bogavante, como el que aparece en la fotografía, que a 20 euros por persona es un lujo gastronómico bastante asequible. 

Si el lector echa un vistazo a la carta de platos para llevar, que la puede encontrar en la página de Facebook del restaurante o consultarla directamente llamando al teléfono, verá que los precios son muy asequibles: una de callos, 7 euros; coruxo a la plancha, 13 euros, al igual que el bacalao al horno, o un jarrete de ternera por 12 euros. 

Se pueden encargar raciones o incluso un menú completo, que incluya entradas, platos, postres y vino. En fin, no podemos comer, de momento, en este acogedor restaurante, pero sí, llevar a casa el buen hacer de su cocina y el cariño de un servicio que siempre se esmera para que sus clientes salgan satisfechos y muy bien comidos.

Una empanada para comer fuera de casa

El comité de expertos en confinamientos y desescaladas (palabra que no existía hasta que se la inventó este comité) todavía no nos ha aclarado cuando podremos ir a comer al campo, a la playa o al monte. Porque salir a hacer deporte está muy bien. Pero disfrutar de una jornada de primavera al aire libre, echar el mantel sobre la hierba o en una mesa de esas amplias áreas de recreo que existen por muchos rincones de Galicia, está todavía mucho mejor.

Las limitaciones que establecen para la hostelería en estas primeras fases de esa “desescalada” hacen muy poco probable que en la mayoría de los negocios puedan sobrevivir con un tercio de su aforo en terraza, en el supuesto de que la tengan. Así que la salida al campo, con comida para llevar podría ser una de esas fases intermedias antes de que los restaurantes puedan volver a abrir. Los gallegos somos expertos en comer al aire libre y espacios para ello no nos faltan. En nuestro repertorio gastronómico hay un plato que encaja perfectamente en ese perfil: la empanada. Una buena empanada, de xoubas, de carne, de bacalao con pasas, de chocos, de congrio o de anguilas. Y si podemos completarla con una buena ración de pulpo, preparado al aire libre por una pulpeira, miel sobre hojuelas. 

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