Davide, viticultura reflexiva y vinos ejemplares

Tiene mucho peligro presentar los vinos en botellas que se salen de los estándares. El más grande de todos, las expectativas que generan. De una botella extraordinaria solo se espera que salga un vino extraordinario. David Acha, un vitivinicultor de tercera generación en el Salnés, se la jugó arriesgando en una denominación de origen en la que, cuando él montó su bodega, hace quince cosechas ya había mucha competencia. Tres hectáreas y media de viñedo salpicadas en un sinfín de pequeñas fincas, en las que domina casi de manera hegemónica la variedad Albariño, pero también Godello, una uva tempranera, perfectamente aclimatada en las regiones del interior pero que a poca distancia del mar exige con unas cuantas cepas que es lo que David tiene, tanta atención como si fuera todo un viñedo en Valdeorras. Cultivado en emparrado, el viñedo se sustenta sobre un suelo pobre, franco arenoso, incluso con fósiles de conchas marinas. La naturaleza en contra de lo que se piensa, no es generosa. No regala nada y de un suelo pobre sale un vino extraordinario a cambio de un trabajo titánico todo el año y de reducir el rendimiento por hectárea. Cuando David Acha define la suya como una viticultura reflexiva, me lo imagino en sus fincas, trabajando aquí, podando allá, quitando brotes, abriendo un claro entre las hojas para que el Sol madure un racimo... nada queda al azar, todo es fruto de un gran trabajo que no se acaba ni cuando los vinos descansan, pues entonces llegan los remontados, o battonages, que son diarios en su monovarietal de Godello y frencuentes tanto en su polivarietal de Albariño y Godello como en el Albariño. Trabajar y arriesgar, como con las levaduras silvestres con las que fermentan sus vinos. También los vinos tienen tiempo a reflexionar. 9 meses en depósito, sobre sus lías finas, el Albariño “Davide” y el Albariño y Godello “Observador”. Seis meses en barrica de roble francés el monovarietal de Godello, “Perfeccionista”. Y dos meses más en botella antes de salir al mercado. Cuando el comprador abre una botella, el vino está en su punto. La cuidada imagen y la botella singular hacen justicia: “Davide” es un vino sobresaliente. “Observador”, con Godello y Albariño, extraordinario y de “Perfeccionista” hablaremos otro día. FICHA: 18,65 EUROS NOMBRE: Davide BODEGA: Enoturismo Acha DENOMINACIÓN DE ORIGEN: Rías Baixas, subzona del Salnés LOCALIZACIÓN: Vilanova de Arousa VARIEDAD: Albariño AÑADA: 2018 A LA VENTA EN: Vinotecas, Corte Inglés y bodega GRADUACIÓN ALCOHÓLICA: 13º Enólogo NOMBRE: Pablo Estévez BODEGA: Enoturismo Acha Forman un magnífico equipo: Pablo Estévez, enólogo. David Acha como “todólogo”. ¿Qué otro término se puede acuñar para quien poda, planta, injerta, embotella, etiqueta, barre, vende... en fin que David conjuga todos los verbos de la vitivinicultura a lo largo de los 12 m eses del año. Ambos son los padres de tres vinos verdaderamente magníficos y firman con cada botella de Davide, Observador y Perfeccionista, como un acto de responsabilidad, pero también como un motivo de orgullo, pues los vinos dan razón para ello.