Los nutricionistas siguen defendiendo el modelo de dieta mediterránea como principal activo de la alta esperanza de vida en España. Pero ¿qué pasa con la dieta atlántica?
Los nutricionistas siguen defendiendo el modelo de dieta mediterránea como principal activo de la alta esperanza de vida en España. Pero ¿qué pasa con la dieta atlántica? En esencia, es una versión mejorada de la dieta mediterránea, porque a estado de la península, se incorporaron la mayor parte de sus ingredientes, como los cítricos, el aceite de oliva, el vino, el pescado azul, algunos cereales y otros vegetales, pero al mismo tiempo se han incorporado otros que son propios de aquí. Más especies de pescado azul, una más amplia variedad de pescados, como por ejemplo el bacalao, y una incorporación de especies vegetales que son características de esta tierra, como sucede con los grelos y numerosas verduras que aquí forman parte de la dieta. Con el Entroido a punto de cerrar su calendario de este año, parece que todo lo que va cocido en la olla es materia hipercalórica, sobre todo por el despiece del cerdo y sus embutidos y carnes saladas. La cocina tradicional gallega siempre fue austera en calorías y en nuestros caldos lo que lo que predomina es la materia vegetal. La generación de gallegos octogenarios habla más de vegetales, y de como se añadía a la olla un pellizco de unto para darles sabor que de pantagruélicos cocidos que son, en realidad muy recientes.
