Doce años creando vinos con cada cosecha

Característicos bancales del viñedo de Bodega Roandi en Éntoma, O Barco.
Desde su primera añada hasta ahora, la bodega ha ido sumando vinos a un catálogo que es, hoy día, uno de los más amplios de Valdeorras.

Doce años hace ya que Rogelio Moral y su esposa Divina Gayoso pusieron en marcha la bodega Roandi. El nombre es un acrónimo formado por los nombres de sus tres nietos: Rogelio, Ángel y Diego. La bodega, con unas modernas instalaciones, se encuentra en Éntoma, una parroquia de O Barco situada sobre la villa, a una altitud media sobre el nivel del mar que supera los 500 metros. Allí están también sus veinte hectáreas de viñedo, fruto de una épica concentración parcelaria que logró a base de comprar pequeñas fincas a vecinos y agruparlas con las que eran de sus antepasados. 

Desde su primera añada hasta ahora, la bodega ha ido sumando vinos a un catálogo que es, hoy día, uno de los más amplios de Valdeorras. Sus blancos son monovarietales de Godello: Dona Delfina fue el primero, un vino del año; Alento, criado en barrica sobre sus propias lías y Roandi, que hoy protagoniza esta sección. A ellos hay que sumar Dona Del fina Rosado, un polivarietal de Sousón, Mencía y Albarello; Flavia , un tinto mayoritariamente de Mencía con un poco de Tempranillo, y tres meses de crianza en barrica de roble americano; Bancales es otro tinto con crianza de seis meses elaborado con Mencía, Sousón y Albarello. Domus es el crianza de los tintos de la casa, de ahí su nombre. Sousón y Mencía de las cepas más viejas, criado durante 12 meses en barricas de roble francés y americano.

En 2010 comenzaron con la elaboración de espumosos. El primero, Brinde, salió en 2011 y fue el primer Godello espumoso amparado por la DO Valdeorras, le seguirían otros cinco espumosos más: Brinde de Rosas, el rosado, Brinde de Éntoma, el tinto, Camino das Estrelas, un tinto gasificado, y Brinde reserva y Brinde de Rosas, reserva, ambos, con 24 meses de crianza en rima antes del degüelle.

Roandi Godello es un vino joven, fresco, con todas esas características que son propias de una variedad tan exuberante en lo que a su carga aromática se refiere, con predominio de los matices a melocotón y frutos de hueso, que luego percibiremos cuando lo saboreemos. Un vino fácil de beber, goloso, que deja un recuerdo muy grato en boca.

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