El nivel gráfico, a pesar de conservar la estética anime tradicional, es muy elevado, con detalles fotorrealistas más cercanos a una serie de animación que a un videojuego. La multitud de misiones permite más de 100 horas de juego
Los juegos de rol y aventuras empezaron a ser realmente populares en España con el lanzamiento de “Final Fantasy VII” para Playstation en 1997, y desde entonces Square Enix ha sido el gran referente para los fans del género, que además de esa clásica saga empezaron poco a poco a conocer joyas como “Dragon Quest”.
Esta serie de juegos destacan por su elevada calidad gráfica similar a los dibujos animados. No en vano el diseño de escenarios y personajes es Akira Toriyama, mundialmente famoso por ser el creador de series como Dragon Ball o Doctor Slump.
Con la undécima entrega de Dragon Quest los jugadores afrontarán una aventura que destaca por la belleza de los paisajes, el método de juego y el desarrollo de las habilidades de los protagonista en una mezcla de desarrollo tradicional pero también actual, lo que contentará tanto a los jugadores clásicos como a los más actuales.
En “Ecos de un pasado perdido” varios personajes se embarcarán en una misión que les llevará a atravesar varios continentes mientras van descubriendo más detalles sobre la amenaza que se cierne sobre un mundo en el que nada e s lo que parece.
El nivel gráfico, a pesar de conservar la estética anime tradicional, es muy elevado, con detalles fotorrealistas más cercanos a una serie de animación que un videojuego. La lucha utilizando el sistema de combate por turnos convierte la batalla en una experiencia accesible para todos,además de contar con subtítulos en castellano. La ambientación sonora también es excelente.
“Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido” ofrece además multitud de misiones secundarias y minidesafíos para disfrutar durante más de 100 horas de juego cuya historia no deja de sorprender a cada paso, y que proporciona la profundidad necesaria para ser uno de los mejores juegos de aventuras del año.
