Me duele la espalda, ¿cuál es el motivo?

Antes de nada, debemos tener claro que siempre existe un motivo para nuestro dolor de espalda. Por lo tanto, para buscar soluciones a la hora de eliminar este dolor, tenemos que remontarnos al pasado e intentar averiguar el porqué empezó en un primero momento. 

En el contexto del entrenamiento, muchas de las lesiones de espalda que ocurren, por ejemplo, en un gimnasio mientras trabajamos con pesas, son debidas a movimientos incorrectos y una técnica deficiente a la hora de entrenar. Si esto último lo repetimos sistemáticamente y lo alargamos en el tiempo, se van a ir generando pequeños traumas que darán lugar a la aparición de una futura lesión. Fundamentar el dolor en problemas a nivel biomecánico y del movimiento, se basa en el modelo kinesiológico1. 

Evaluación basada en el movimiento

Dicho esto, en relación con el tratamiento frente al dolor de espalda, es importante diferenciar entre tratar la causa o el porqué que se esconde detrás del dolor, frente a centrarse en el tejido específico o parte de la columna afectada. Por lo tanto, la clave está en tratar a la persona y no la lesión.

Si tomamos como referencia la frase anterior, para evaluar y diagnosticar a alguien con problemas de espalda, es importante llevar a cabo un análisis biomecánico2 de cara a encontrar posibles problemas a nivel de movimiento que puedan dar lugar a este dolor. En muchas ocasiones,  cuando alguien tiene problemas de espalda, a lo primero que se recurre es a una resonancia magnética de cara a encontrar posibles “anormalidades” a nivel de la columna y los tejidos, como por ejemplo una protusión discal, con el fin de diagnosticar el motivo de este dolor. Sin embargo, si nos basamos en investigaciones recientes, podemos  ver como en muchas ocasiones presentar alguna de estas anormalidades (una protusión discal, por ejemplo) no tiene por qué estar directamente relacionado con el dolor de espalda. 

Retomando la evaluación del dolor basada en el 
movimiento, el primer paso que debemos llevar a cabo es pensar en cuales son los desencadenantes de este dolor por medio de una análisis minucioso de nuestro día a día (actividades, movimientos, posturas,...). Además de esto y como segundo paso, podemos recurrir a determinados tests que nos ayudarán de forma más específica en el diagnóstico.

Ten en cuenta que...

Muchos problemas d e espalda pueden ser debidos a posturas repetidas, movimiento s o cargas que finalmente desencadenan en una lesión. Por lo tanto, el primer paso es tratar de modificar y eliminar determinadas posturas, movimientos o cargas que causan este dolor y  reemplazarlo por aquello que nos vaya bien.  Sin embargo,  debemos ser conscientes que este dolor de espalda puede ser debido a otras causas que puden ir acompañados de otros síntomas, por lo tanto, es importante contar con un primer diagnóstico médico que descarte otras posibles patologías

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