NATURALEZA

El camino entre montañas

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Las primeras etapas gallegas de la vía de la plata atraviesan el macizo central ourensano, bordeando el invernadeiro, después de salvar la portilla de A Canda, la frontera con zamora. un paisaje de soledad sobrecogedora en cualquier epoca del año 

La entrada en Galicia por la Vía de la Plata se hace por la Portilla de A Canda, frontera con Zamora. El municipio de A Mezquita tiene sus lindes con el antiguo reino de León y con Portugal. Para quienes llegan tras haber cruzado el tramo montañoso de la provincia de Zamora, con El Padornelo y La Canda, la llegada a Vilavella es un momento de alivio, porque se inicia un tramo de descenso. 

El clima es extremo en invierno y en verano. En el primero, no es difícil vernos sorprendidos por la nieve y en las semanas de estío, por un acuciante calor. Por eso es recomendable realizar el peregrinaje en épocas de perfil climático más suave, cuando el paisaje presenta una mayor diversidad cromática. En primavera, con las tonalidades verdes y las sucesivas floraciones del tojo, las xestas y el brezo. En otoño con el dominio de los colores cálidos desde el amarillo al ocre.

En 1506 hicieron este mismo recorrido pero al revés, la reina Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos y su esposo, Felipe el Hermoso. Venían de Santiago, y antes desde A Coruña adonde habían llegado para desembarcar en España y encontrarse con Fernando el Católico. Isabel había fallecido dos años antes y Juana, Juana la Loca, tendría que hacerse cargo de la corona que había heredado. Felipe y Juana pernoctaron en una  venta que había entre Vilavella y A Canda. Les acompañaba el Cardenal Cisneros, quien prefirió pasar la noche en Chaguazoso. La oferta hotelera de A Mezquita y de Vilavella ha crecido de manera considerable en estos 513 años: casas de turismo rural, pensiones, un hotel con SPA de 4 estrellas y un albergue de peregrinos.

Entre Vilavella y A Gudiña el camino discurre por 13 kilómetros que ahora bajan, ahora suben. Pasaremos por Pereiro, subiremos el alto do Cañizo de algo más de mil metros de altitud y pronto tendremos A Gudiña a la vista. La localidad tiene una gran tradición de acogimiento de viajeros, lo que se puede percibir por la cantidad de establecimientos hosteleros. Con una estación en la que paran trenes de largo recorrido, muchos peregrinos inician aquí su ruta de la plata. La siguiente etapa es larga: 34,5 kilómetros. Bordea el Invernadeiro y la cola del embalse de As Portas. En esta época del año hace honor a su nombre, a Serra Seca, es un camino solitario, en el que el paisaje resulta sobrecogedor hasta llegar a Campobecerros, después de pasar las Vendas de A Capela y Bolaños. En algunos tramos nos acompañarán la vieja vía del tren a Zamora y en otros el nuevo trazado del AVE.

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