entrevista

Rosa Cano, maestra de esgrima en Galicia

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Llevó la esgrima a Santiago y luego a Vigo, donde ahora enseña al tiempo que compite en los torneos internacionales más importantes del mundo.

Nació en Medellín, Colombia, pero lleva treinta años en España y compite bajo el pabellón español en los torneos internacionales en los que participa y con el de Galicia, cuando son competiciones nacionales. Espada, sable o florete, se siente más cómoda con la primera, aunque practica y enseña las tres armas. Su palmarés está lleno de medallas pero, sobre todo, de una constante dedicación a propagar la pasión por la esgrima allí por donde se mueve. 

1 ¿Cuándo comenzaste a practicar esgrima?

Con catorce años. En realidad yo comencé con el patinaje y era muy buena (se ríe), pero un día me caí, me hice daño y no quise seguir. Fui probando otros deportes hasta que llegué a la esgrima. Y ahí me quedé. Tenía un maestro muy bueno que era holandés y me animó mucho. Empecé a competir representando a mi región, allí en Colombia, que era Antioquia y luego ya, empecé a ir a torneos internacionales representando a Colombia, dentro de las categorías de menores de veinte años.

2. ¿Pensaste en dedicarte profesionalmente?

La esgrima profesional no existía en Colombia, como tampoco existe en España ni en la mayoría de los países de Europa. Salvo en tres o cuatro países, como Francia, Alemania o Hungría, donde sí hay deporte profesional de esgrima, en el resto es un deporte olímpico en el sentido clásico. Puedes formar parte de la selección nacional, puede haber alguna beca para algún deportista destacado, pero vas a tener que buscarte la vida, desde el punto de vista laboral, fuera del deporte.

En España seguiste.

Sí. Llegué a España en 1988, a Madrid, y ese mismo año, que ya tenía la nacionalidad española, entré en el equipo nacional español y tuve una participación muy activa hasta que me quedé embarazada y entonces decidí venirme a Galicia a estudiar Odontología, en Santiago. 

3. ¿Cómo fue tu trabajo en "El maestro de esgrima"?

Fue un poco por casualidad. Yo estaba en el SAMA, Sala de Armas de Madrid, que era el club de esgrima más importante de Madrid y fueron a hacer un casting entre los chicos y chicas que estábamos allí, para participar en la película. Me cogieron y, como vieron que daba el perfil de la protagonista, que era Assumta Serna, me contrataron para ser su doble en las escenas en las que la protagonista, Adela, practicaba esgrima con su maestro, Astarloa, que era Omero Antonutti, y en general en las escenas de esgrima de Assumta.

4. ¿Te fue fácil practicar al llegar a Santiago?

Pues, mira, cuando llegué a Santiago para estudiar, no tenía con quien practicar y decidí enseñar y así nació el club de esgrima de Santiago. Al terminar los estudios me instalé en Vigo y me sucedió lo mismo, y así fue como nació el club de esgrima Ciudad de Vigo. Hoy ya hay dos clubes, el nuestro y el Olivo.

5. ¿Hay equipos y clubes de esgrima en todas las ciudades gallegas?

Además de en Vigo y Santiago hay en Pontevedra, en A Coruña, en Ferrol, en Lugo… creo que hay en todas, salvo en Ourense. Pero, como ves, si hay una pequeña iniciativa, como la que yo tuve en Santiago primero y en Vigo después, aparecen interesados y la afición surge en la ciudad.

6. Se tiene la idea de que la esgrima es un deporte elitista, incluso aristocrático, ¿qué hay de cierto en eso?

Es una idea equivocada. Muy equivocada. Es cierto que el equipo, la espada, la careta, el traje, etcétera, tiene un coste, yo diría que es un coste discreto, si lo comparamos con otros deportes. Es mucho más caro el ciclismo, o el tenis, incluso si me apuras, el fútbol. El traje te puede durar toda la vida y las zapatillas, sí, cierto, las hay de doscientos euros, pero también las hay baratas. Puedes empezar con unas zapatillas deportivas económicas y mejorar si realmente lo necesitas.

Lo que es realmente caro en esgrima es competir. Porque los equipos no suelen tener medios económicos para pagar tus desplazamientos, los gastos de estancia, etcétera y por eso, cuanto más compites, más caro te sale. Y si además compites ya en niveles internacionales, necesitas de material mucho más caro porque es de más calidad y con más resistencia, tanto los trajes como las caretas, las espadas tienen que pasar un control de la federación internacional… en fin sí ahí necesitas destinar recursos.  

7. ¿Y el día a día, en un club, por ejemplo, gallego?

Por ejemplo, nosotros, que estamos en el club Ciudad de Vigo, y puedo decir que es un precio totalmente asequible. Nosotros le podemos prestar el material a quien quiere probar: las espadas, los trajes, caretas, protectores, de manera que solo si está seguro o segura de que se va a dedicar, entonces acomete la inversión. Y practicarlo son 25 euros al mes con 4 horas semanales. Creo que hay deportes mucho más caros que el nuestro. A mí me cuesta más caro ir a clase de baile de sevillanas, dos horas a la semana.

8. ¿Hasta qué edad se puede practicar la esgrima?

Hasta que el cuerpo aguante. Las categorías comienzan desde menores de diez hasta Senior que son los mayores de 23 años. De ahí, hasta que el cuerpo aguante. Bien es cierto que, a partir de los cuarenta años, puedes pasar a la categoría de veteranos, porque aunque esté en forma porque entreno, tu resistencia ya no es la misma que cuando tienes veinte años. Yo voy a campeonatos internacionales de veteranos y me encuentro con personas que tienen setenta o más años, alguna, que llega hasta la pista con su bastón, deja el bastón, coge la espada, o su florete, o su sabre y compite. Y es que en la esgrima hay una parte mental, que requiere concentración y preparación, que vas ganando con los años, de manera que la habilidad física que vas perdiendo con la edad la compensas con esa otra habilidad mental y estratégica en la que vas mejorando con el paso del tiempo.

9. Se dice que la esgrima es el deporte más caballeroso, aunque esto suene un poco sexista. ¿es cierto?

Es un deporte que exige una gran disciplina mental y es un deporte en el que las formas se conservan como en el pasado. El saludo al llegar, darse la mano. Aunque se trabaja con armas, y puede llegar a ser muy duro, siempre, siempre, se conserva la deportividad y se practica con mucho respeto tanto hacia el árbitro como hacia el adversario. Incluso en el público, porque una mala palabra puede hace que expulsen al espectador. No hay esa violencia que se ve en otros deportes.

10 ¿Cuál es tu objetivo?

Ganar el campeonato del mundo. Es mi reto personal porque es el único que hasta ahora no he conseguido.

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