GASTRONOMÍA

El espárrago con acento andaluz

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Lo cierto es que fueron los romanos los que trajeron el espárrago a España, pero los árabes quienes extendieron su consumo del espárrago en nuestro país

Si queremos asociar los espárragos a un origen, la mayoría de los españoles no dudaremos ni un instante: Navarra. Es la tierra por excelencia de los espárragos. Sin embargo, se comete una gran injusticia con la otra gran indicación geográfica protegida que existe en España: la de los espárragos trigueros de Huétor Tajar, en la provincia de Granada.

Lo cierto es que fueron los romanos los que trajeron el espárrago a España, pero los árabes quienes extendieron su consumo del espárrago en nuestro país y el reino nazarí de Granada fue su último reducto. De allí, del valle del Genil llegan estos espárragos trigueros que tienen certificación de origen desde hace 19 años. Al igual que los blancos de Navarra, cuya zona de producción se extiende a las comunidades vecinas de Aragón y La Rioja, tienen que competir actualmente con los que llegan de China y Perú en latas y frascos, y de Perú, en fresco, sin que muchas veces se pueda leer con facilidad el origen, que siempre suele estar más escondido que la dirección de la empresa que los importa, normalmente navarra, lo que induce a la confusión, porque ni se molestan en cambiar la marca.

Es como si una bodega de La Rioja utilizase la misma marca para un reserva de su denominación de origen y un vino peleón que importa de Italia.

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