El musgo y el acebo son especies muy comunes a la hora de decorar nuestras casas durante la Navidad, debido a ello su población se encuentra actualmente en peligro
Comienza diciembre y la Navidad está al caer. Muchos hogares ya se preparan para celebrar las fiestas y comienzan a montar los adornos navideños. Un árbol de Navidad, luces de colores, poinsetias, acebos o un belén. Estos son solo algunos de los elementos típicos de las decoraciones navideñas, pero hay dos que deben evitarse, el acebo y el musgo que se suele utilizar para decorar los belenes.
Estas especies, que en muchas ocasiones son recogidas de los montes, se encuentran en peligro de extinción y su recogida está penada por la ley. El acebo, junto con las flores de pascua y los abetos, es una de las especies más representativas de la Navidad. Su uso como elemento decorativo es un peligro, ya que en las comunidades en las que crece como especie autóctona, se encuentra actualmente en peligro de extinción, siendo Galicia una de esas comunidades. Hacer peligrar esta especie puede suponer sanciones económicas de hasta 60.000 euros y penas que oscilan entre trabajos en beneficio de la comunidad y la prisión de cuatro meses a dos años.
Los acebos son una especie muy importante para la fauna, ya que es un arbusto cuyos frutos maduran en invierno, además de que poseen hoja perenne, lo que quiere decir que supone alimento y cobijo para muchas especies, como por ejemplo, el urogallo, otra especie que se encuentra actualmente en el catálogo de especies amenazadas, entre otros motivos, por la baja población de acebos de los montes.
El musgo también se encuentra en el catálogo de especies amenazadas y es que como el acebo, su recolección con fines decorativos es muy extensa y ambas son especies con un desarrollo muy lento. No todas las especies de musgo se encuentran catalogadas como «en peligro de extinción», pero si se dan casos que se encuentran protegidas por la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Las sanciones establecidas por la recolección de las especies que se encuentran protegidas van de 1.001 a 100.000 euros, llegando a 200.000 euros si ocurre en espacios naturales.
Al igual que el acebo, el musgo es una especie muy importante para la ecología natural. Su estructura le permite captar la humedad ambiental, aportando el exceso de agua a la tierra sobre la que crece, resultando de vital importancia tanto como para la flora como para la fauna durante épocas de sequía. Gracias a su estructura, también ayuda a fijar el suelo, reduciendo la erosión natural del mismo y preparando el terreno para la colonización de especies vegetales de mayor tamaño. Las extensiones musgosas que se forman sobre la superficie de rocas, troncos y sobre el propio suelo son también el hábitat de una gran variedad de insectos y otros macroorganismos, los cuales son también esenciales para el desarrollo del ecosistema.
Estas navidades no deteriores los ecosistemas naturales para decorar tu vivienda durante unas semanas. Por pequeño que parezca el impacto causado, la suma de todos los que piensen igual pueden suponer grandes catástrofes ambientales. A día de hoy existen alternativas sintéticas que simulan a la perfección tanto los acebos como el musgo. Estas fiestas protege tu ecosistema.
Musgo artificial
Las alternativas sintéticas del musgo se encuentran en una gran variedad de formatos en muchos comercios. Es muy común su compra, tanto para la decoración navideña como elemento ornamental en jardines y espacios interiores. La cantidad de formatos satisface todo tipo de demandas, tanto como elementos de pared, como alfombras o como pequeños elementos para decorar los belenes o pequeños terrarios.
