El estilario: cuestión de actitud

¿Cómo nació tu historia de amor con la moda? Desde que tengo uso de razón, siempre me ha interesado: diseñaba y cosía la ropa de mi Barbie, compraba la Ragazza y luego el Vogue y los coleccionaba, y ¡hasta me apunté a un curso CCC de diseño de moda con 14 años! Con el tiempo, me han ido interesando más los factores relacionados con la conducta, las emociones, la expresión personal... y derivó en la Asesoría de Imagen Personal y la búsqueda del estilo personal, que es lo que me apasiona y lo que trabajo con mis clientas. ¿Cuáles son las principales características del trabajo de estilista y asesor de imagen? Yo no soy estilista, sí asesora de imagen. Son dos disciplinas distintas. La asesoría de imagen parte del conocimiento de la esencia personal del cliente. De buscar esa conexión entre su autopercepción, su estilo de vida y darle forma a través de la moda. Por eso, lo ideal es que una asesora de imagen tenga una elevada capacidad de observación, esté al tanto de las novedades y tendencias para disponer de las herramientas de trabajo (materializamos la personalidad de la clienta a través de ropa y complementos) y sepa empatizar más allá de su gusto personal. Ofreces “ganar en actitud y estilo”. ¿Hasta qué punto la actitud es importante? Es fundamental. Porque la actitud nos reconcilia con nuestro cuerpo, con nuestro estilo de vida, con la imagen que nos devuelve el espejo. El primero de los pasos que trabajo con mis clientas es ese precisamente: su actitud. Que aprendan a conocer su cuerpo, sus proporciones, a quererlo y respetarlo, porque es la clave para sacarse partido. El estilo nunca es una cuestión de talla, de peso, de estatura. El estilo es la seguridad que da saber que lo que llevas es perfecto para ti. Entonces estás a gusto, te define, lo defiendes y lo disfrutas. ¿Cuáles son los principales errores que cometemos al vestirnos a diario? Los principales errores vienen de un armario mal planificado que es a su vez el resultado de unas compras no pensadas. Cuando nuestro armario no nos define, no se corresponde con lo que necesitamos por ritmo de vida, por cuerpo o por ese estilo que no somos capaces de definir; entonces es cuando metemos la pata. Cuanto más planificado y pensado esté, más fácil es acertar cada día. Y no es una cuestión de cantidad: un armario lleno no es sinónimo de un armario versátil. ¿Y a la hora de hacerlo para una ocasión especial? Disfrazarnos. Vestirnos pensando en copiar el look que hemos visto a no sé quién. Tenemos que elaborar nuestro look pensando en lo que nos gusta, nos hace sentir bien, va con nuestras proporciones. Lo que encaja con nuestro estilo, en definitiva. ¿Un consejo para acertar? Mirarte al espejo. En él está toda la información que necesitas. Pero hacerlo en conjunto, no quedándonos en trocitos: ni recalando en lo que nos disgusta ni evitando mirarlo. Si hacemos este ejercicio de vez en cuando, conseguiremos conocernos bien, saber qué es lo que más nos favorece y al mismo tiempo, tomar conciencia con la totalidad de nuestro armario. Así podremos aprovecharlo al máximo, comprar mejor y por tanto, vestir siempre bien. ¿Cuáles son las principales demandas de tus clientas? Mis asesorías de imagen siempre empiezan con un estudio del estilo de vida de la clienta, para de ese modo, dar con la clave de estilo que más se adapta a ellas y las define. Después, los servicios más contratados son los online de compras de temporada y looks completos para toda la temporada, ya que el resultado es un dossier que soluciona todos los posibles looks reales, con su ropa del armario. Así es imposible meter la pata. ¿Hasta qué punto lo que vestimos transmite quienes somos? Hasta todo. La ropa comunica, es puro lenguaje no verbal. Por eso es tan importante que nuestro armario conecte con nosotros. Porque así evitamos esa sensación de sentirnos fuera de lugar. Cuando lo que llevamos puesto nos define, ganamos en seguridad y en autoestima. Y la moda nos da herramientas para ello. Por tanto, desde el punto de vista de la asesoría de imagen, no es en absoluto frívolo. Proyectar la imagen personal que deseamos es mucho más importante para nuestra estabilidad emocional de lo que pensamos. Tras años ligada a la moda. ¿Cómo la has visto evolucionar? La he visto convertirse en un mundo accesible gracias a las redes sociales. Y desprenderse de ese halo de frivolidad gracias precisamente a esa popularización. ¿Qué han significado las redes sociales? De la misma manera que decía que había ayudado a desfrivolizar la moda, desde el punto de vista estilístico considero que quizás ha hecho más daño. Por un lado ayuda dando ideas, mostrando cuerpos de todo tipo, facilitando que entendamos cómo funciona la ropa en gente distinta... pero desgraciadamente, la mayoría de los usuarios de las redes sociales las usan con el objetivo de emular, copiar al influencer famoso sin tener en cuenta las diferencias que puede haber entre su cuerpo y el nuestro, el poder de los filtros y poses estudiadas (y esto deriva en mucha frustración), y también por el exceso. La sobresaturación de tendencias que en muchos casos nos paraliza y no somos capaces de saber qué comprar para acertar. Es algo relativamente nuevo que necesita todavía un manual de instrucciones.