crítica

“Fast & Furious: Hobbs y Shaw”

La buena química entre Johnson y Statham, lo mejor de una cinta mediocre

“Fast & Furious: Hobbs & Shaw”, primer ‘spin-off’ de la franquicia de acción A todo gas. En esta ocasión toman el volante Luke Hobbs y Deckard Shaw, interpretados por Dwayne Johnson y Jason Statham, obligados a entenderse para detener la amenaza que representa el villano con habilidades especiales Brixton Lore (Idris Elba).

La saga ha producido sustanciosos beneficios a sus productores de modo que siguen ordeñando la vaca hasta que el resultado de cada nueva entrega no aporta nada nuevo, ni al género ni a la saga, como en este caso,

El argumento de dos tipos rudos condenados a entenderse a través de insultos mutuos y bromas es un recurso muy recurrente y facilón.  De hecho existe todo un subgenero, denominado “buddy cop” que define este tipo de peliculas, dos policias que comparten camaradería a través de bromas en momentos de vida o muerte. La saga de “Arma letal”, con Mel Gibson y Danny Glover es un buen ejemplo de esto.

Dwayne Johnson ha sabido conquistar a la audiencia, en los últimos tiempos, con películas en las el sentido del humor se alía con las escenas de acción espectaculares e increibles. Frente a el Jason Statham, que lleva años haciendo el mismo papel , de rostro serio que domina a la perfección las escenas de acción con el mismo rostro impertérrito de quien no le cuesta nada hacerlo. Como novedad interesante, cabe destacar a Vanessa Kirby, cuyo personaje compite en destreza y habilidad con sus compañeros. Idris Elba como el villano de la función es una aparición que consigue darle cierto empaque al conjunto.

Sorprendentemente, las escenas de acción que deberían ser el punto fuerte de este tipo de películas no están del todo logradas o no siempre encajan bien en el conjunto.

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