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La ginebra premium, un licor con acento gallego

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photo_camera Varias ginebras gallegas.

Poco antes de los fuegos del Apóstol, el 24 del mes que viene, será presentada en sociedad la ginebra 25 de Xullo. ¿Una ginebra gallega?

Platú fue la primera ginebra gallega que salió al mercado. Esto ocurría en el año 2011. En los cinco años siguientes, como una marea que se esparció por toda la geografía gallega surgieron una docena más. Tomiño, O Carballiño, Allariz, Leiro, O Saviñao, Cambre, Padrón... aunque la ginebra es un licor muy urbano, muy de coctelería, en Galicia está arraigada en el ámbito más rural, al menos en lo que a elaboración se refiere. Hay ginebras en las cuatro provincias. A Coruña encabeza el ranking por número de marcas, seguida de cerca por Ourense y Pontevedra.

Nordés, Ana, Chic Gin, Gin Sea, Entropía, Vanagandr, 25 de Xullo, Ginabelle, O Ventosela... unas optan por nombres de carácter más internacional, otras señalan en su marca el origen esencialmente gallego. Pero, ¿son gallegas realmente las ginebras gallegas? Para conseguir el carácter específico y estar situadas en el rango de las ginebras Premium, el alcohol base ha de proceder del destilado de grano, actividad que no se desarrolla en Galicia. La mayoría de las ginebras gallegas adquieren ese alcohol en el mercado internacional. Sin embargo la fase que convierte ese alcohol de sabor neutro en una ginebra con sus elementos aromáticos característicos se realiza mayoritariamente en Galicia.

En algunas de estas ginebras, además de  añadir los aromáticos a base de sucesivas destilaciones, se le incorporan elementos que son esencialmente gallegos.  En las once destilaciones sucesivas que son necesarias para la elaboración de Ginabelle, la ginebra de Pazo Val do Miño, se incorpora bagazo de Albariño y mirabel. O Ventosela, que tiene su destilería en Leiro, al lado de la bodega del mismo nombre, incorporan las lías de sus vinos del Ribeiro. El carácter gallego se imprime en la mayoría de los destilados.

La ginebra ha servido para algunas de las marcas que se han lanzado con ellas a la elaboración de otros destilados. En otros casos, como O Ventosela y Adegas Moure, la ginebra es la tercera línea de producción en una estructura en la que el vino, Ribeiro y Ribeira Sacra, respectivamente, está en la primera línea y sus destilerías de licores tradicionales, elaborados a partir de sus propios bagazos, en el intermedio.

Con un mercado que intenta abrirse camino más allá del Padornelo, en algunos casos ya lo han hecho con éxito, las ginebras gallegas se encuentran en el segmento más caro de las nacionales, con un precio que oscila entre los 20 y los 25 euros por botella. La gran diversidad de aromas y sabores que ofrecen les permite compartir mercado en un ámbito en el que las grandes marcas de toda la vida están siendo desplazadas por el trabajo artesano.  

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