Día de Fieles Difuntos | La historia de los crisantemos

Asteraceas
Este variedad es una de las flores que presenta mayor diversidad de formas y colores, y una de las más simbólicas y utilizadas en una fecha tan especial como fieles difuntos

Todas las flores tienen un momento y un significado, claramente, los crisantemos están especialmente ligados a los difuntos y al día de todos los santos.

Esta tradición de llevar flores a los cementerios se remonta a más de 10.000 años. Probablemente cuando las utilizaban nuestros antepasados, tenían como objetivo enmascarar el mal olor que emitían los cadáveres en descomposición mientras eran velados. Porque en aquellos años se desconocían las técnicas de embalsamar que se han utilizado a lo largo de la historia. Podemos concretar, que hoy en día la simbología de llevar flores al cementerio se debe a fines decorativos.

Tenemos la costumbre de ir a los cementerios para adornar las tumbas con flores, sobre todo con crisantemos. La elección de esta flor no es casualidad, coincide su floración con la festividad de Todos Los Santos, lo que ha hecho que sea una opción perfecta para utilizarla en esta celebración. Curiosamente a pesar de tener más opciones como las violas, los pensamientos o los ciclámenes, los crisantemos son la opción más común. 

En España el crisantemo es una flor muy ligada a la cultura de honrar a los fallecidos

 

PLANTA OTOÑAL. El crisantemo es una planta fuerte con un florecer otoñal que alegra una época más “apagada” con lo referente al colorido de los campos. Una buena forma de homenajear a nuestros seres queridos que se han ido recordándoles como nuestro cariño por ellos no se ha perdido con el paso del tiempo.

 

En la cultura oriental, su significado viene de una historia que se remonta a los tiempos de la dinastía Qin (s.III a.C.), China se encontraba en continuas guerras feudales. El noble Tan-Son gobernaba una región del sur de la cual fue derrocado y tuvo que huir hacia las tierras del norte. En su huida, mientras se encontraba desesperado, contempló en pleno otoño una brillante flor que desafiaba el duro clima del norte. Ese detalle fue una revelación para él. Se dio cuenta de las señales que nos manda la naturaleza. Esa flor que luchaba por sobrevivir en condiciones climáticas tan adversas, representaba la esperanza. Entonces recuperó su confianza y valor. Abandonó sus sueños de poder y dedicó el resto de su vida a escribir poemas inspirados en la flor que le había enseñado, que la vida siempre se abre paso.

De china el crisantemo pasó a Corea y sobre el año 313 d.C. llegó a Japón. En Japón se convirtió en la flor imperial por su aspecto de flor radiada y se comparó con el sol. En 1189 se grabó un crisantemo en la espalda del Emperador de Japón como símbolo de inmortalidad. Desde entonces ropas, porcelanas y joyas de la familia imperial se adornaron con esa flor, pasando a ser la flor nacional, se asocia a la longevidad, alegría, y rejuvenecimiento, atributos tanto de la flor como del honorable emperador de Japón. La veneración al crisantemo en Japón va más allá de la Familia Real.

El crisantemo es una flor que representa muchos valores dependiendo de la cultura: la muerte como es caso de España por estar ligado a la festividad de Todos Los Santos. Se asocia con la alegría en EEUU, significa sabiduría en China y una declaración de amor en México. 

La introducción del crisantemo en los países de Occidente se debe a un capitán de la marina mercante francesa llamado Pierre Blancard. En uno de sus viajes a las zonas de Extremo Oriente, a finales del siglo XVIII, trajo a nuestro continente tres crisantemos. Sólo uno prosperó y el capitán aficionado de las flores consiguió una bonita plantación de flores exóticas. Un día regaló un ramo de estas flores a la emperatriz Josefina. Como no tenían nombre, la emperatriz llamó a los botánicos del jardín imperial, los cuales por el dorado de sus pétalos propusieron el nombre de Chrysanthemum (Chrysos significa oro y anthemos significa flor) Así se extendió el nombre de flor de oro.

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