Historia con la moda a la cabeza

El cabello nos ha acompañado siempre como especie y, con el transcurso de la evolución, hemos ido poniendo toda nuestra creatividad al servicio de nuestros peinados, convertidos durante siglos en símbolos de posición social e insignia de nuestra personalidad, una esencia que todavía hoy mantienen

SIEMPRE HA ESTADO AHÍ

Desde que podemos llamarnos seres humanos, el cabello ha sido siempre una parte esencial de quienes somos. No tardamos demasiado en darnos cuenta de que esa mata de pelo que crecía sobre nuestra cabeza era moldeable. Eso, unido al desarrollo de la creatividad, fue provocando con el paso de los siglos el nacimiento de la moda del peinado. 

Símbolo de culturas, insignia de status social, ejemplo de rebeldía… Todos y cada uno de nosotros llevamos sobre nuestras cabezas una prueba de cómo somos, del momento vital que atravesamos, de nuestras preferencias. 

Y no es algo nuevo. Ya en la prehistoria, el cabello era considerado por los chamanes de las tribus como un elemento mágico, si bien la estética todavía no había entrado en escena y el pelo se cortaba por causa de mera comodidad; aunque es cierto que ya de esa época datan los primeros adornos para la cabeza.

Otros, sin embargo, mantenían intacta su cabellera, germen de grandes mitos como el de Sansón en la Biblia o la diosa Venus en la mitología romana. Un ejemplo son los profetas israelís, que jamás cortaban su cabello.

Como en todo, llegaron los egipcios para revolucionar las civilizaciones de la época. También en materia de peinados. Color negro azabache, flequillo recto y un acabado liso coronado por tiaras y adornos en las puntas -siempre de oro, por supuesto- eran las señas de identidad de Cleopatra, la más famosa del Nilo.

Pero fue en la Edad Media cuando el peinado se convirtió definitivamente en símbolo absoluto de la posición social. Famosas eran las pelucas de María Antonieta, auténticas obras de ingeniería poco aptas para quienes sufran de cervicales. Cuanto más exagerada era, más molaba la individua que la portaba. Cuenta la leyenda que a su propia ejecución en la guillotina acudió con el pelo suelto y blanco.

Los parisinos abandonaron las estridencias de la corte de Luis XVI y recuperaron la simplicidad de las melenas helénicas. Los recogidos serían los protagonistas de la mayor parte del siglo XIX para dejar paso a un siglo XX que se convirtió en una montaña rusa para la estética capilar. Ondas al agua y diademas en los locos años 20, rulos al poder en tiempos de posguerra, largas y lacias melenas para el movimiento hippie de los 70, colores y locura para reflejar la rebeldía de los 80… Cada década tuvo su peinado y el año 2023 no iba a ser menos. 

TENDENCIAS

Hoy en día, es habitual que cuando una persona experimenta algún punto de inflexión en su vida, decida comunicárselo al mundo a través de su peinado o su corte de pelo. El cambio de año es también un momento en el que muchas deciden darle un giro a su cabello para avanzar un nuevo capítulo de su vida. Si eres de las segundas, toma nota de lo que los expertos aseguran que será la tendencia general en los próximos meses. Aunque, como todo en cuestión de moda, tu tendencia la marcas tú misma.

En el tema de los cortes vuelve el flequillo. Miércoles Adams o la tercera temporada de Emily in Paris han sido dos pelotazos audiovisuales cuyas fotos inundan ya las peticiones de las clientas en las peluquerías y el flequillo es una de las señas de identidad de las dos protagonistas.

Vuelve el rizo más despeinado. La naturalidad está de moda, así que este año puedes dejar un poco de lado las planchas y que tu pelo pueda ondear a su libre albedrío. Una opción para darle ese toque a tu pelo, aunque la genética no te haya dado ondas propias, es el corte a capas, que aporta movimiento y frescura. 

En cuanto a colores, las pasarelas para esta temporada de primavera del 2023 han mostrado morenos muy oscuros y rubios muy claros. Grandes tendencias como las mechas californianas o el ombré parece que han pasado página.

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