Judith Mateo: El rock en las venas

Judith Mateo acaba de estrenar “Hurra hurra”, single que, según la castellanomanchega, da cuenta de un disco “con pinceladas del pop rock ochentero, con los sintetizadores tan míticos de aquella época”. Porque, si bien obtuvo la técnica del violín en un conservatorio de música, la vida la llevó hacia otro camino, el que la hace feliz. “El rock corre por mis venas”, sentencia.

No es casual que “Rock is my life” sea el título de una canción que tiene compartida con quien compuso al 50 y 50 las canciones con letra de este nuevo trabajo, Chuse Joven. “La buena solución es el rock and roll”, dice la letra. Y el relato es de Judith: “Comencé en el clásico, dediqué tres discos a músicas del mundo y al folk y cuando empecé a trabajar en Mariskal Rock con mi propio programa ‘Cómo suena’ y entrevisté a infinidad de bandas rockeras y descubrí una música que me llenó tanto su energía comencé a hacer covers rockeras con mi violín, siendo la primera artista femenina violinista en hacerlo a nivel internacional; me lo pasé tan bien que hice tres discos completitos de rock y comencé a ‘macarrear’ y a dar rienda suelta a este estilo que al final corre por mis venas”.

-Ser mujer y violinista, ¿es más difícil que ser hombre y tocar un instrumento convencional? -Totalmente; en este disco reivindico y cuento cómo es ser mujer instrumentista en este mundo en el que si no eres cantante te miran como a un bicho raro, sobre todo en este país anticultura; y digo anticultura porque desde pequeños deberíamos tener en los colegios clases de música obligatoria y tocar la batería, la guitarra o el violín eléctrico y enseñarles a los niños que la música es una necesidad en nuestras vidas; que no existe una peli o una publicidad sin música, que la música nos acompaña en todos nuestros momentos importantes: en las celebraciones, en las tristezas o cuando estamos solos en nuestra habitación. Trato el techo de cristal que tenemos las mujeres en nuestro oficio, el tema de nacer niñas que conlleva ya de por sí muchos más peligros que si naces niño, el tema de la mujer inmigrante; todas esas dificultades que nos encontramos por ser mujer. 

Cinco temas instrumentales y seis cantados -la mexicana Cecilia Toussaint en “El gran cielo”, el coro de Chicago en “Pequeñas chispas”, un coro de niñas en “Techo de cristal”, Carolina Padro y Patricia Aguilar en “La encantá”, y Chuse Joven en “Fiesta” y “La Luna”-, conforman el disco que sucede al recopilatorio “El alma de un violín” y al libro “101 canciones con las que te ligarías a cualquiera” y la reafirma como la rockstar del violín en España por excelencia.

Te puede interesar