Cúal es el deporte ideal para los niños? El que practiquen. Lo repetimos desde el comienzo de esta sección. Tal y como está el panorama infantil, ya es un triunfo que nuestros hijos tengan la inquietud de moverse y no ser usuarios autómatas de videojuegos.
Por mi parte, les recomiendo el Judo, cuyos beneficios en los niños están avalados por la misma UNESCO. ¿Qué es el Judo? Arte Marcial, deporte y método de formación integral. Deporte nacional y asignatura en el Japón, su lugar de origen. Sólo debe impartirse en centros homologados por la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes, y siempre por Maestros-Entrenadores con las titulaciones expedidas por las mismas entidades.
Un poco de historia
El Judo es obra de Jigoro Kano (1860-1938) un alto y culto funcionario del Ministerio de Educación japonés. Desde su adolescencia, Kano investigó y conoció las técnicas letales de lucha cuerpo a cuerpo de los Samuráis -muchas de ellas secretas y agrupadas en el Jiu Jitsu- para crear una modalidad diferente.
Lo bautizó como ‘Kodokan-Judo’, apoyado en dos principios: el ‘Seiryoku Zenyo’ (aprovechar la energía del rival en su contra) y el Jitakyoie (ayuda y prosperidad mútua). Toda una revolución en el estricto, feudal y clasista país nipón. Su filosofía consistía en el desarrollo moral y físico del individuo.
No fue sencillo, pero el Judo se impuso al resto de escuelas de Artes Marciales y hoy es una herramienta más en la exquisita y afamada educación de este país oriental. También es deporte olímpico desde 1964. A España llegó en 1947 y a partir de 1970 se expandió por gimnasios y centros educativos.
Formación física y moral
La UNESCO lo considera una excelente actividad entre los 5 y los 18 años. A través, primero, de juegos y después, de la competición, los judokas desarrollan todas las cualidades físicas y asimilan valores imperecedros: respeto, disciplina, humildad, amistad, espíritu de equipo, esfuerzo, temple... además de técnicas para defenderse ante agresiones.
¿Convencido? Pues todo depende de que le guste a su hijo. No pierda la oportunidad de comprobarlo.
