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La moda es vintage

MODA
photo_camera La moda vintage se cinta en “Lagasca”.

Mercedes Escauriaza y Mercedes García-Nieto, madre e hija, abrieron hace casi ocho años en Pontevedra “Lagasca”, una concept store en la que la moda y decoración vintage son las protagonistas

Mercedes Escauriaza y Mercedes García-Nieto, madre e hija, abrieron hace casi ocho años en Pontevedra “Lagasca”, una concept store en la que la moda y decoración vintage son las protagonistas, una corriente que ahora combinan con creaciones propias

¿Cómo y cuándo surgió la idea de abrir una tienda vintage?

La idea surgió en 2011, la pusimos en marcha mi hija y yo. La llevábamos madurando un tiempo, pero en ese año coincidió con un cambio profesional de ambas, que estamos vinculadas a la comunicación, yo quería reinventarme y ella una nueva experiencia. Y aquí seguimos, ¡dándolo todo!

¿Cuál es el proceso de selección de las prendas?

Como no somos una tienda vintage al uso, que, por cierto no es lo mismo vintage que de segunda mano, el proceso de selección es bastante exigente. Todo tiene que estar en perfecto estado de revista. Hay prendas que jamás fueron usadas y eso es lo que más buscamos, así como la marca de grandes diseñadores, que siempre es una garantía de calidad. Además combinamos el vintage con nuestra nueva línea de prendas exclusivas, que diseña y ejecuta Lagasca con sus colaboradores, y con pret â porter, de las que sólo traemos un modelo y talla.

¿Cómo se determina el valor de una prenda ya usada?

Se determina por la marca, que como te decía, es sinónimo de calidad. Pero también por la tendencia que marcó en una época o por la procedencia, su antigua dueña también le aporta valor añadido. Todo esto hace que sea icónica. Y además, tiene que estar de moda en el momento actual. ¡Todo vuelve!

¿Es receptivo el público gallego a este tipo de moda? ¿Cuál es vuestro perfil de cliente?

El público gallego sí es receptivo a este tipo de productos pero en pequeña escala. No es una moda masiva, ni debe serlo. Perdería la exclusividad que busca el cliente. Su perfil es de poder adquisitivo alto o medio alto, profesional liberal, y muy creativo en su actividad. Además de gallegos, nos compra mucha gente de otros puntos de España y también turistas, sobre todo italianos, franceses y alemanes.

¿Qué suele buscar la gente que acude a comprar ropa vintage?

La gente busca exclusividad y buena calidad. Ya no se hacen normalmente las cosas como antes, ni siquiera entre los más grandes. 

En ocasiones las tiendas vintage albergáis auténticos tesoros. ¿Cuál ha sido la prenda más especial que habéis tenido en Lagasca?

La prenda que a mí más me gustó fue una falda dorada de Givenchy que era un prototipo espectacular. Me imaginaba a Audrey Hepburn allí metida. ¡Un espectáculo! Pero también hemos tenido prendas de Chanel fantásticas, de Yves Saint Laurent... O de otros diseñadores más transgresores.

¿Cuál ha sido la evolución del mercado vintage y en qué punto se encuentra actualmente?

La evolución del vintage no es igual en una ciudad pequeña como Pontevedra que en las grandes capitales. Mientras que allí se revalorizan los precios a veces a niveles astronómicos, aquí no se valora tanto.

Hoy en día estamos acostumbrándonos casi más a una producción en serie de la ropa. ¿Notáis diferencia en la confección y estilo de las prendas vintage y las actuales?

La diferencia es enorme. Tanto en la calidad de los tejidos, como en la confección y el patronaje. Ahora hay tejidos tecnológicos también muy interesantes, pero casi no encuentras una buena seda o cualquier otra tela de calidad en una prenda actual confeccionada en serie.

En un mundo dominado por el ‘fast fashion’, ¿por qué nos atrapa tanto todo lo vintage?

Pasa como en el arte... ¿Qué te cautiva más: una serie de litografías o un cuadro de un gran artista?

La moda es completamente cíclica. ¿Es verdad que está ya todo inventado?

Sí, tú fíjate en los titulares de las grandes revistas de moda: Vuelven los 70, los 80.... Pero aún así, se evoluciona, como te decía antes, con la tecnología.

Viendo el pasado y el presente de la moda, ¿por dónde creéis que pasa su futuro?

Hay moda masiva que solo busca la comodidad y los precios bajos, pero esto último no encaja bien con el consumo responsable. La moda en mayúsculas es otra cosa y siempre buscará la belleza y la exclusividad, las técnicas artesanas y la calidad, unido a lo que aporta la tecnología.

En vuestro caso, ofrecéis moda y decoración. ¿Cómo se complementan? 

Moda y decoración siempre han ido de la mano. Es la búsqueda de la belleza, del confort.... A nosotras nos encanta viajar y buscar cosas diferentes para ofrecer a nuestros clientes. Y esta fórmula, además, nos permite también cambiar el escenario cada poco tiempo y ofrecer experiencias diferentes a lo que supone una tienda normal. Al fin y al cabo, somos una concept store, la primera que se abrió en Pontevedra.

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