Se equivocan quienes creen que A Limia es exclusivamente patata. Postoiro, una cooperativa agraria que acaba de cumplir veinte años pelea por recuperar la dignidad de la agricultura de huerta, cultivada de manera manual, y utilizando variedades gallegas, como la cebolla chata de Betanzos
Aunque el ecotipo es de Betanzos, la cebolla chata que cultiva Postoiro en A Limia tiene ya la naturaleza de esta comarca ourensana, gracias a un largo trabajo de investigación y desarrollo realizado con la colaboración de la Xunta de Galicia. Esta cooperativa que nació hace veinte años, gestiona 60 hectáreas en las que cultivan cebollas, puerros. brécol, coliflor y otras hortalizas. Sus tierras se extienden por Vilar de Santos, Sandiás y Xinzo.
En esta última cosecha recogieron un millón y medio de kilos de cebolla del país, que es su producto estrella. Y en verdad que merece tal calificación, pues se las ve de una forma perfecta, un lustroso aspecto, de capa dorada exterior, más oscura en las de mayor tamaño. "L a clave está en el cultivo manual", explica Anxo Morán, presidente de la cooperativa, quien se lamenta de escaso reconocimiento social que tiene el agricultor en nuestro país, mientras en Francia o en Cataluña son altamente valorados. A la pregunta de por qué se realiza el cultivo manual, en una comarca en la que la mecanización está a la orden del día, respnde con argumentos de calidad pero también económicos. "Plantar una hectárea a máquina requiere tres días y el trabajo de cinco personas. A mano, un equipo cualificado fornmado por siete personas lo hace en un día". El trabajo manual mima más las hortalizas y entonces pueden alcanzar un mayor precio en el mercado. Las cebollas, los puerros, etcétera se venden a través de distintas cadenas de distribución en supermercados y grandes superficies, "pero se venden como productos gallegos, valorándose más por ese motivo y alcanzando un mayor precio. Hoy el mercado apuesta por los productos gallegos", subraya el presidente de Postoiro.
Anxo Morán cree que A Limia tiene superficie suficiente para que la actividad hortícola crezca y con ella crezca el empleo: "Se podría generar mucho empleo con este tipo de cultivos. El suficiente para cubrir las necesidades de la población actual e incluso para fijar nueva población en la comarca. A Limia podría crear trabajo para asumir el doble o el triple de la población que tiene actualmente".
La patata sigue siendo el producto que más se asocia al campo limiano. Sin embargo dista mucho de ser su principal cultivo. Le aventajan en hectáreas plantadas los cereales: trigo y centeno.
"A Limia es el granero de Galicia", comenta Servando Álvarez, director del Instituto Agrogandeiro del Inorde en Xinzo.
Y podría convertirse también en su huerta, labor en la que están comprometidos los socios de la cooperativa Postoiro.
