ENTREVISTA

Lino Braxe, todo es poesía

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photo_camera Lino Braxe posando en un banco.

Ensayista, autor teatral, actor, pintor… Lino Braxe (Mugardos 1962) aborda todos los géneros literarios. Pero sobre todos ellos antepone la poesía. 

Hace apenas unas semanas que salió a la luz “Muerte a Sofía”. Una novela histórica ambientada en el siglo IV. Aparece firmada por Rex Linum, un pseudónimo que incluye a sus dos autores. Emilio Rey y Lino Braxe. Muerte a Sofía rescata para la literatura una de las figuras de la protohistoria de Galicia: Prisciliano.

1. ¿Cómo se escribe una novela a cuatro manos?

Eso solo acaba con una gran amistad o tirándose a la cabeza los trastos. Es difícil. En este caso traía desde atrás muchos, muchos años de labor de investigación por parte de Emilio Rey que tenía en mente realizar una película sobre Prisciliano y también sobre el siglo IV. Cuando comenzamos a trabajar juntos hace ya algo más de siete años, era pensando en ese proyecto cinematográfico de Emilio. 

Hace aproximadamente tres años se le dio finalmente un enfoque literario, para convertirlo en una novela. La base es ese vastísimo material fruto de la investigación de Emilio, que permite, por ejemplo que muchas de las frases que dicen los personajes sean realmente históricas. No nos inventamos nada. Hay un camino de ficción, porque estamos ante una novela, pero es una novela que camina entre la ficción, la realidad y el ensayo. Mi papel fue darle sentido literario, crear una estructura de ficción en la que se encajase todo ese material histórico de manera que fuese agradable de leer y atractivo para un público que se sienta interesado por estos temas y que no tenga que enfrentarse a una enciclopedia.

2. ¿Qué se va a encontrar el lector de Muerte a Sofía, por qué ese título?

En primer lugar, con una serie de personajes que coinciden en el siglo IV, unos son coetáneos, otros no, como Constantino, Diocleciano, Osio, Prisciliano. Un siglo que nace con un cristianismo que no tiene nada que ver con el que conocemos hoy día. Se desarrolla en pequeñas comunidades, muchas de ellas con estructuras que todavía procedían del judaísmo y que se articula sobre todo en Oriente y que se encuentran a través de pequeños sínodos.

Hasta que llega el Concilio de Nicea, en el que coinciden todo un cúmulo de comunidades que convivían: arrianos, maniqueos, mitraístas... Distintos credos, algunos incluso que no son cristianos. Nicea cambia todo. De allí se saca un credo común, gracias al trabajo de Eusebio de Cesárea, que acaba en una biblia única, una iglesia única y un poder único. Muerte a Sofía es el canto de una sabiduría que desaparece. Desaparece la cultura grecolatina y otras culturas contemporáneas porque la iglesia, al igual que había hecho Roma con la cultura griega, lo va a reconvertir para sí. Los ritos, muchos de los cuales eran paganos y otros elementos. En esa iglesia incipiente, aparece la figura de Prisciliano.

3. ¿Cómo encaja prisciliano en esa transición?

Después de Nicea solamente quedan cuatro evangelios y hasta entonces había muchos más. Prisciliano tiene conocimiento de esos otros, de los apócrifos, los evangelios de Felipe, de Tomás, de María Magdalena. En sus prédicas él toma muchas referencias de esos evangelios y sigue una línea religiosa que no coincide con esa iglesia única nueva. Tan nueva que incluso no hay Papa sino obispos. Porque ahora hablamos de los papas desde San Pedro, pero la realidad fue que en ese tiempo Dámaso se autoproclama Papa.

En esencia estamos en un momento histórico apasionante en el que la iglesia cambia radicalmente. Tanto que pasa de ser perseguida a perseguidora. En este contexto se desarrolla la vida de Prisciliano y el hilo conductor a lo largo de casi todo el siglo nos la dan dos de sus discípulos: Higinio, que fue obispo de Córdoba y Dictinio, que lo fue de Astorga y su padre de Ourense. Dictinio fue uno de los discípulos de Prisciliano que fue a buscar el cadáver de éste a Tréveris tras la ejecución y lo regresa a Galicia.

4. ¿Cómo se fundamentó siglos después la creencia de que la tumba de Santiago Apóstol alberga los restos de Prisciliano? 

El priscilianismo pervive durante muchos siglos después de la muerte de éste. Y sí, esa es una de las dudas que existen, pero tiene su explicación. El camino que siguen los discípulos desde Tréveris hasta Galicia trayendo los restos de Prisciliano es, precisamente el camino de Santiago. Desde el punto de vista científico, es mucho más verosímil que sea Prisciliano y no que haya llegado Santiago en una barca de piedra. No sabemos realmente quién está en el sepulcro de la catedral. Pero sí sabemos que Prisciliano fue traido a Galicia y fue enterrado en un lugar secreto entre Iria Flavia y Compostela. Está documentado. Y fue en secreto para que no profanasen su tumba.

5. Su muerte tuvo un gran impacto en la iglesia ¿Por qué?

El proceso a Prisciliano generó un gran revulsivo en aquella iglesia naciente. Osio, obispo de Córdoba, San Martín de Tours, y otros muchos, estaban en contra. Ambrosio de Milán marcha al galope para llegar a Tréveris e intentar evitarlo, después de hablar con Agustin de Hipona, San Agustín, quien dice que no puede ser que la iglesia mate a uno de los suyos. 

6. ¿El libro toma partido?

La novela lo que quiere es poner un debate sobre la mesa para que el lector obtenga sus propias conclusiones.

7. Me llamó la atención que esté escrita en castellano

Nos interesa llegar a un público masivo por la causa que significa Prisciliano. Pero también va a salir una versión en inglés y otra en gallego. El libro digital va por delante de la edición impresa y nos recomendaron que pensásemos en públicos más amplios.

8. Actor, autor dramático, ensayista... ha cultivado todos los géneros

Sí. Trabajé en la radio, he escrito mucho para radio, hice adaptaciones de toda la obra de Blanco Amor o de Cunqueiro para radio, sigo haciendo teatro, como autor y como actor, también en televisión y en menor medida en cine.  Y desde hace unos años he vuelto a la pintura.

9. Si tuviese que describirlo con un solo oficio ¿cuál escogería?

Poeta. Sin lugar a dudas. Para mí la poesía es lo máximo. Lo que me define. Soy poeta desde que quedé impresionado por la Illíada, cuando era niño. Siempre llevo una libreta conmigo por si un poema me sale al encuentro, o un folio en blanco en la máquina de escribir, esperando el poema. Los poemas cortos, un haiku, un aforismo, donde me pillen. Pero los poemas largos, el último se llama Insecto, los voy escribiendo mentalmente y cuando lo tengo completo en la cabeza, lo escribo.

10. ¿Siempre sale al encuentro?

Si algún día, por enfermedad o porque me no tenga nada que decir, no pudiese seguir escribiendo poesía, para mí sería una tragedia. El Lino Braxe hombre seguiría, pero sería un golpe muy duro para mí. La poesía es mi vida

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