Marcos Fernández, la salud para ver y oír

El nombre de la óptica lo puso el abuelo, Miguel, cuando se estableció con la primera en la década de 1960. “Aunque si tenemos que remontarnos a los primeros antecedentes hay que ir una generación atrás, la de su tía”, comenta Marcos Fernández Novoa (Ourense, 1993), tercera generación desde que se fundó La Moderna, en la calle del Paseo, hace seis décadas. Graduado en Óptica y Optometría, comparte el negocio con sus padres, José Luis Fernández y Pilar Novoa, que fueron quienes abrieron la moderna “Òptica Moderna”, en Juan XXIII en 1986. 1.¿Qué cambió, además del emplazamiento, cuando tus padres se establecieron en 1986? Ya era otra generación, no solo en el sentido familiar, también en el del sector. En la época de mi abuelo, una óptica tenía un carácter más comercial y técnico. Se trataba de tener buenas ópticas, buenas lentes y venderlas. Con mis padres se proyectó más el negocio hacia el ámbito sanitario. Mi padre estudió la carrera en Madrid y ya había una orientación hacia el cuidado de la visión, más que a los aspectos ópticos, que también eran importantes. 2.¿Cuál es la diferencia entre el óptico y el óptico optometrista? Yo estudié el grado en Santiago, de Óptico-Optometrista y ya en mi generación es una carrera superior enfocada al ámbito sanitario, la parte de la optometría que es la de graduar la vista, adaptar lentillas, terapia visual, etcétera, sin descuidar la óptica, que es digamos la rama de la física, relativa a las lentes, el trabajo en el taller, etcétera. 3. ¿Y entre óptico optometrista y oculista? Nuestra carrera está definida en el Boletín Oficial del Estado, como una carrera sanitaria de atención primaria. En una revisión del estado de la vista, de alguien que necesita una ayuda técnica para mejorar su visión, ya sea con gafas o lentillas, de ahí su carácter de servicio de atención primaria. Pero, si detectamos que no es un problema de visión, sino una patología del ojo, entonces se deriva al especialista, que es el oftalmólogo, al que antes se llamaba oculista. Así pues. Nosotros corregimos problemas de visión, nos ocupamos de la graduación de la vista y los oftalmólogos u oculistas se ocupan de las enfermedades, de las patologías, del ojo. 4. De hecho, he visto que muchas veces desde el Centro de Salud te derivan a una óptica, no al oftalmólogo. Sí. Hay un convenio entre el Sergas y el Colegio de Ópticos, para que, tanto desde el médico de familia, como del pediatra si es el caso de un niño, cuando hay un problema de visión, no una enfermedad del ojo, primero te mandan a una óptica que es donde realizamos el primer cribado. Por ejemplo, si es miope y hay que actualizar su graduación, se atiende directamente y el problema queda resuelto y no hay que colapsar las listas de los oftalmólogos, que así disponen de más tiempo para atender las patologías, por ejemplo, cataratas, tensión ocular, en fin, lo que sea. Si vemos que el problema va más allá de lo que es nuestro cometido, entonces le decimos que tiene que ir al especialista. 5. En estos 34 años que hace que tus padres abrieron la óptica, ¿han cambiado mucho las cosas desde el punto de vista técnico? Muchísimo. Por ejemplo, en lo que a cristales se refiere, entonces la mayoría estaban hechos con material mineral, es decir, cristal cristal, como las buenas copas. Es un material muy bueno, pero también más pesado y frágil a la rotura. Hoy hablamos de cristales orgánicos, que no se rompen, puedes darle martillazos que no rompe, es muchísimo más ligero y por tanto pesa menos, pero eso sí, se raya más. Hay que tratarlo con más cuidado. Los cristales orgánicos tienen otras ventajas, como la posibilidad de darle muchos tratamientos, es más moldeable y todos los avances que surgen en óptica, por ejemplo, en progresivos y lentes especiales, siempre van antes y con más variedad a los cristales orgánicos. Es decir, ahora hay muchísimas más opciones. "Hoy logramos que cada audífono sea como un traje a medida" 6. ¿Y en lentillas? También hubo muchos avances. Yo ahora me ocupo de unas lentillas que están pensadas para miopes que son para poner de noche. Tu te las colocas cuando descansas, por la noche y las lentillas hacen de molde y te corrigen la curvatura, de manera que cuando te las quitas por la mañana, recuperas la visión durante el día. Dicho así, a muy grosso modo. 7. Las gafas, ¿Son más baratas o más caras que antes? No sabría decirte si ahora son más caras que antes o más baratas. Supongo que habrá que tener en cuenta el precio con relación al poder adquisitivo de cada época. Lo que sí es cierto es que, con todas esas opciones que existen hoy día, lo más probable es que podamos encontrar gafas mucho más asequibles que antes. 8. Hay quienes dicen que las lentes de antes eran mejores porque estaban fabricadas aquí y ahora en cambio, vienen de China, ¿qué hay de cierto? En nuestro caso, si hablamos de cristales, es cierto que algunos fabricantes españoles han desaparecido, pero seguimos trabajando con fabricantes europeos, franceses, por ejemplo, que además tienen fábricas en España. La mayoría se fabrican en España o en Europa. De China, por lo menos nosotros, no traemos nada. No digo que en el caso de las monturas, alguna marca fabrique los tornillos o alguna pequeña pieza en China, por cuestión de costes. Pero en las monturas, también hablamos de productos españoles y europeos, en general. 9. Además de la vista os ocupáis del oído. ¿También ahí ha habido mejoras? Sí que las hubo. En primer lugar, en la formación. Yo me formé en A Coruña, estudié un ciclo superior de dos años y eso no solo te da una capacitación, también te pone al día. En el aspecto técnico, lo más destacable es la digitalización de los audífonos. Eso significa que trabajan como ordenadores en un aparato que tienen entre tres y cuatro milímetros. Los avances con respecto a los audífonos de hace tan solo diez o quince años son impresionantes y las técnicas psicoacústicas, yo utilizo un método alemán que se conoce por sus siglas ACAM, que convierten los audífonos como trajes a medida para cada persona y sus circunstancias y se adapta mucho antes. 10. ¿Cuanto antes se ponga un audífono es mejor? Sí claro. Y pensarás que lo digo por vender. Pero hay estudios de universidades que señalan que la pérdida de oído reduce los estimulos al cerebro que de otra manera estarían activos y existe una relación entre esa pérdida y determinadas enfermedades como el Alzheimer. No tiene sentido esperar a que algo empeore para tratarlo.