Hace 50 años que los Beatles tocaron juntos por última vez, un concierto que fue cancelado: el “ruido” que hacían molestó a un vecino de Abbey Road
Sobre los 4 de Liverpool está todo escrito, por eso intentar ser original o aportar algo nuevo que tenga que ver con ellos es una absoluta estupidez.
El 30 de enero de 1969 los Beatles tocaron en directo por última vez, en la azotea de Abbey Road, durante las sesiones de grabación de su último disco de estudio y lidiando con un ambiente complicado: la relación entre ellos tocaba a su fin y las discusiones y menosprecios entre ellos eran el orden del día. Lo Beatles estaban muertos como banda, solo Paul parecía interesado en que aquello siguiese adelante, pero la influencia de Yoko Ono sobre Lennon, la baja autoestima de Harrison o el consumo de drogas masivo que casi todos practicaban fueron lápidas sobre el proyecto. Curioso que les llegase el final cuando estaban en su mejor momento: no solo en la composición, sino que todos se habían convertido en unos músicos excelsos que habían decidido que el directo no era para ellos. Durante ese enero del 69, y en un momento de la grabación donde los ánimos parecían calmarse, los Beatles planearon aquel “live” sobre el que sobrevuelan muchas leyendas.
Se dice que había varias opciones previas que se fueron descartando, como tocar en un barco navegando por el Támesis o, atención, tocar con las pirámides de Egipto enfrente con un público formado exclusivamente por beduinos del desierto. Finalmente, imaginamos que por la desidia del momento, la opción fue la azotea –50 años después, la más famosa de la historia de la música–. El set list era corto. Cinco canciones: “Get back”, “Don’t let me down”, “I’ve Got a Feelling”, “One After 909” y “Dig a Pony”. Pero el concierto no duró ni un minuto. ¿La razón? Los vecinos. ¿Se imaginan ser el que llamó a la policía quejándose del ruido?
El último concierto de la banda más importante de la historia de la música terminó porque a alguien le molestaba aquel sonido. Cosas de la vida. John, Paul, Ringo y George jamás volvieron a tocar juntos. Todo acabó allí, en aquel tejado del estudio donde se grabaron algunas de las canciones más hermosas. Lo que pasó después es ya la posthistoria del grupo que lo cambió todo.
Ayer corría le rumor de que Peter Jackson tiene 55 horas de material audiovisual de aquel día. Quizás aún queden unas cuantas líneas por escribir.
