Si se le pregunta a un europeo viajado dónde se elabora el mejor codillo del mundo, es muy probable que cite algún restaurante alemán en el que elaboran el tradicional codillo con chucrut, o como dicen los germanos, Sauerkraut. En España tenía fama el que elaboraba un restaurante llamado Edelweiss, muy cerca del Congreso de los Diputados. Yo lo comí allí por primera vez hace cuarenta años, en 1979. Hacía 40 años que había abierto sus puertas por primera vez, en 1939. Pero no vengo a hablar ni de su codillo ni de su apfelstrudel, sino de que, durante mucho tiempo fue para mí el mejor codillo... hasta que probé el que preparan en A Feira, aquí mismo, en Ourense. No hay color. Si aquel era bueno, y lo era, éste es espectacular. Un plato contundente, con un codillo de cerdo que tiene su secreto en la cocción (parte es a baja temperatura durante seis horas), unas buenas patatas ourensanas, un chorizo y unos grelos que le dan sopas con honda a la col ácida alemana. La calidad del codillo es extraordinaria, la elaboración, magnífica y el resto de los ingredientes están a la altura para propiciar una espléndida combinación de sabores.
Recomiendo a los lectores, y lo hago encarecidamente, que lo prueben y verán que no exagero. Mi recomendación es que lo compartan, pues es una pena ir a A Feira y no tomar un plato de pulpo de entrada y si es así con una ración de codillo y el pulpo comen dos personas espléndidamente.
Respecto al restaurante, es acogedor, cuenta con una cocina que trabaja a conciencia, una buena carta de vinos (incluso el de la casa es estupendo, del Ribeiro, de la zona de Razamonde) y un servicio esmerado que atiende con mucha amabilidad.
