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Un menú del día con pulpo y codornices al lado de Ourense

Fachada del restaurante Silvino.
photo_camera Fachada del restaurante Silvino.

Un buen menú, con un precio muy ajustado sin renunciar a la calidad y a un buen producto. Merece la pena dejar de lado, de vez en cuando la autopista para recordar los buenos tiempos.

Conocía este restaurante, desde hace muchos años por sus anguilas fritas. Lo recuerdo de los tiempos en los que hacía el viaje de Vigo a Ourense (y viceversa) por la carretera nacional 120, allá por la década de 1980. Untes era tierra de anguilas. Anguilas fritas, sobre todo. 

Volví el martes pasado. Dispone de dos comedores, uno, con amplios ventanales que dan a un emparrado de glicinia que en esta época del año está espléndidamente florida. Además de comida a la carta, el restaurante Silvino tiene menú. ¡Y qué menú! La amable señora que me atendió empezó a recitar los primeros, pero yo ya me había quedado con su primera propuesta: pulpo. Y de segundo, también había para elegir, carne cocida... y codornices fritas. Yo me quedé con las codornices.

Que te pongan un pulpo á feira en un menú del día por diez euros me parece una auténtica heroicidad. Es verdad, se trata de una tapa pequeña, porque aunque algo bajó, sigue por las nubes. Pero me pareció suficiente. Y todo un detalle, porque es mejor poco y bueno que largar raciones inmensas de rancho de cuartel.

Disfruté con el pulpo y también con las codornices. Hasta agradecí que las patatas estuviesen fritas en sartén, como en casa, y no en freidora. Disfruté de un menú sencillo pero muy bien hecho y más que digno por diez euros y recordé, las anguilas. Ahora ya no vienen del Miño, si no de la zona de Pontesampaio, en la ría de Vigo, pero siguen siendo igual de ricas.

En resumen, un buen menú, con un precio muy ajustado sin renunciar a la calidad y a un buen producto. Merece la pena dejar de lado, de vez en cuando la autopista para recordar los buenos tiempos.

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