gastronomía

Un menú muy bien surtido y con buenas raciones en Adega do Tito

Adega do Tito.
photo_camera Adega do Tito.
El servicio es atento y rápido. Las raciones, abundantes y el menú muy variado y equilibrado

Entre la Avenida de Curros Enríquez y la calle de Manuel Pereira hay un callejón, que en algunos lugares figura como callejón de Curros Enríquez, en otros, como calle de Samuel Eiján, pero que a mí me recordó el callejón Diagon, de Harry Potter, donde el pequeño mago y sus colegas iban a comprar las escobas voladoras o las varitas mágicas a la tienda de Olivander. En realidad no tiene el bullicio que del callejón londinense frecuentado por brujas y brujos, pero sí un rasgo que me llamó la atención. En tan corta longitud de calle peatonal se encuentra la mayor concentración de menús del día de Ourense. Tres restaurantes con ofertas que rondan entre los 10 y los 10,50 euros. A la hora que llegué había un trompetista en la acera de enfrente perpetrando una suerte de karaoke con su instrumento y un grabador amplificado, así que me fui al que estaba más lejos del bullicio, que era a Adega do Tito, un restaurante en el que había cenado hace diez años con unos colegas. 

El menú, con 4 primeros, 4 segundos y un sinfín de postres caseros se ofrece por 10,50 euros. El local es cómodo, amplio y tiene una especie de porche cubierto, que es el que se ve en la foto, en el que también se puede comer. 

El servicio es atento y rápido. Las raciones, abundantes y el menú muy variado y equilibrado, con platos tan sugerentes como el arroz con bacalao entre los primeros o un entrecot de añojo entre los segundos. En el primero tomé una estupenda ensalada, muy bien aliñada y de segundo, el entrecot. Hubiera preferido que me preguntasen cómo lo quería, porque lo encontré un poco pasado de más. Por lo demás, un restaurante con una excelente relación entre calidad y precio.

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