LA REVISTA

Montaña, valle y urbano, los tres paisajes del senderismo fluvial

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Caminar a la orilla de un río. Pocas actividades resultan tan relajantes cuando llega el tiempo del calor. En la mayoría de los casos, se trata de rutas de fácil realización, aptas para todos los públicos

La Ribeira Sacra dispone de 18 rutas de senderismo y cinco itinerarios de gran recorrido, además de itinerarios especiales para la realización con bicicletas todo terreno (BTT). Estos itinerarios y rutas se desarrollan en su mayor parte alrededor de los ríos Miño y Sil, en su tramo más espectacular, así como en algunos de sus afluentes, como el Lor, en Quiroga, o el Mao, en Parada de Sil.La Ribeira Sacra se ha convertido en uno de los destinos de senderismo más concurridos de Galicia. Juegan a su favor, no solo el paisaje y el patrimonio artístico y monumental. También el trabajo realizado por el consorcio de turismo de la Ribeira Sacra para la promoción de sus recursos, la facilitación de mapas y todo tipo de información a los usuarios a través de su portal y el mantenimiento de la señalización y limpieza de los caminos por parte de los ayuntamientos.

Otoño, primavera y verano son las estaciones del año con más concurrencia. En cada una de ellas hay un atractivo. Durante el otoño, además de la vendimia, que atrae a un mayor número de caminantes por las rutas de los viñedos (Pantón, Sober), los bosques despliegan toda su seducción con una paleta cromática de cálidos colores, desde el oro al ocre. En Primavera son los tonos verdes los que se explayan y a medida que se acerca la canícula, esos bosques amparan bajo su refrescante sombra al caminante. Parada de Sil y Esgos toman el relevo entonces. 

El PR-G 4, el Camino Real de San Pedro de Rocas es uno de los senderos más veteranos dentro de las rutas homologadas en Galicia. Su carácter circular, lo que permite acabar el viaje donde se empieza, su baja dificultad y una longitud asequible incluso para caminantes poco experimentados (9 km) juegan a su favor. Pero lo que más destaca, sin lugar a dudas es descubrir en su recorrido uno de los grandes emblemas de la Ribeira Sacra: el monasterio de San Pedro de Rocas.

Para los más avezados está el PR-G 98, la ruta del Cañón del Sil. 18 kilómetros de sendero circular que discurre en su totalidad por el término municipal de Parada de Sil. Arranca en la plaza del Barquilleiro y recorre antiguos caminos de carros, llevando al senderista por bosques de castaños, balcones sobre las gargantas del Sil, y al monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil. Esta ruta tiene la posibilidad de fraccionarse en dos, ambas también circulares, para quienes no están por la labor de caminar seis horas en una misma jornada. Aunque puestos a buscar rutas más cortas, también Parada cuenta con una de las más pequeñas y a la vez más espectacular: la de las pasarelas del Mao.

En la frontera de la Ribeira Sacra se encuentra la PR-G 179, desde A Peroxa a Os Peares. 11 kilómetros de sendero lineal, que comienza al lado de la iglesia parroquial de A Peroxa y concluye en la playa fluvial de Os Peares. Prácticamente todo su recorrido se realiza a la sombra de un bosque de ribera, primero a orillas del pequeño río Rial y luego siguiendo el curso del Miño. En el camino se puede visitar el Castillo de A Peroxa y la estación de Os Peares, con su Aula do Tren. 

_paseo_peatonal_por_el_mino_en_salvaterra_resultEn el Miño    

Las oportunidades de caminar con el rumor del agua a la vera del sendero continúan aguas abajo, cuando el Miño se convierte en el gran protagonista del paisaje. La primera, es urbana, en Ourense, y discurre primero por la margen izquierda y luego por la derecha, desde Velle hasta Outariz. De fácil ejecución, por su trazado casi llano, se ha convertido en la pista de entrenamiento para quienes desean adentrarse en el saludable mundo del senderismo y también para muchos ourensanos que cumplen así con el objetivo de bajar colesterol caminando al menos una hora cada día.

Al igual que sucedía en la Ribeira Sacra, el Miño también ofrece rutas de enoturismo entre viñedos y bodegas. Castrelo de Miño, Cenlle, Ribadavia, Arnoia y Cortegada en la parte del Ribeiro  y Salvaterra, As Neves y Arbo, en O Condado. Los antiguos caminos de pescadores se han convertido ahora en senderos, unos homologados, y ya habilitados, otros, parcialmente señalizados. 

De todos los senderos que discurren por la orilla del Miño, la Ecopista Monçao-Valença es uno de los más cómodos y atractivos. Apto para caminantes y ciclistas, tiene una longitud total de algo más de 16 kilómetros, que pueden ser 18 si arrancamos en Salvaterra y cruzamos el puente internacional hasta enganchar el sendero que discurre sobre la antigua línea ferroviaria de vía métrica entre Valença y Monçao. La ruta es casi llana y discurre siempre en paralelo al Miño.
 

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