Natalia Millán, la dama del musical

Natalia Millán. FOTO: MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Natalia Millán. FOTO: MIGUEL ÁNGEL
El musical ha vuelto a pegar fuerte en España y Natalia Millán es, hoy por hoy, una de las mejores actrices del género en nuestro país.
 

Más que vocación, la escena es su pasión. Natalia Millán (Madrid, 1969) encarna esa tan rara figura de la actriz absoluta, que se entrega intensamente en cualquier registro y en cualquier medio, ya sea las tablas de un teatro protagonizando un musical, o con una comedia cinematográfica o en una serie de televisión. Y lo hace con tal naturalidad que parece que ese personaje que nos muestra es un ser real que nos mira a los ojos. En una fugaz visita a Ourense, para amadrinar la inauguración de un establecimiento comercial en el barrio de A Ponte mantuvimos esta charla.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

#LaViudaAlegre Apuntito de salir!✌

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1. ¿Cómo surgió esa pasión por la interpretación?

Fui muy precoz en mi interés por la interpretación. Todo vino por una película que vi siendo niña: “All that Jazz” de Bob Fosse, el mismo director de Cabaret, que describe el mundo del espectáculo de una forma un poco dura. Me impactó y salí del cine pensando que yo quería dedicarme a eso. “Yo quiero aprender a hacer lo que hacen esas actrices”. En cuanto pude me puse a estudiar danza, interpretación, canto y lo cierto es que ya empecé a trabajar de adolescente.

2. ¿Cuáles fueron tus primeros trabajos?

Los primeros años estuve trabajando en musicales, en el coro y en el ballet. Empecé con My Fair Lady y con Mata Hari, de Adolfo Marsillach, en la segunda versión de Jesucristo Superstar, que protagonizaba Pablo Abraira, no la de Camilo Sesto. Eran en el Alcalá Palace, ahora teatro Nuevo Alcalá, que fue donde tuve mi primer papel protagonista en un musical, casi veinte años después, con “Cabaret”. Y ahora estoy... bueno, estaba, hasta que llegó el coronavirus, con Billi Elliot, haciendo de Mrs Wilkinson. Porque con esta pandemia, la primera víctima fueron los espectáculos y se cerraron los teatros. Los primeros en cerrar y, probablemente serán los últimos en abrir. Si todo va bien, esperamos volver a abrir en invierno. Pero de aquí a noviembre, diciembre la cosa está difícil. 

3. ¿Y mientras?

Bueno, nos quedan los espectáculos al aire libre. Yo voy a trabajar en el festival de teatro de Mérida. Allí llevamos, a la sede en Medellín, Clitemnestra, el 26 de julio, es una revisión de una tragedia clásica griega. Aunque no podemos hablar de que esta situación tenga aspectos positivos, por lo menos lo que sí va a hacer es darle un mayor protagonismo al teatro al aire libre, que en definitiva es el nacimiento del teatro.

Natalia Millán. FOTO: MIGUEL ÁNGEL

4. Volviendo a lo que hablábamos. Empezaste con musicales y has vuelto a ellos, ¿es tu género favorito?

Es mi verdadera vocación. Empecé con musicales en los ochenta, porque entonces había producción de musicales en España. Luego dejaron de hacerse durante un tiempo, y entonces me busqué la vida por otros caminos. Y cuando volvieron, allí estaba yo. El papel precursor fue el que tenía en la serie “Un paso adelante”, en la que hacía de profesora de ballet y eso sirvió para que me llamaran para hacer la protagonista de Cabaret, Sally Bowles y a partir de ahí volví a hacer musicales de nuevo.

5. Tocas todos los palos, cine, teatro, televisión… ¿en cuál te sientes más a gusto?

Cada medio tiene su punto. Bien es cierto que en televisión casi siempre me ofrecen un tipo de papel, de mujer seria. En cambio, en el teatro he tenido registros muy distintos. Ahí no hay ese encasillamiento.  Donde más a gusto me siento es en el teatro. 

6. ¿Por qué crees que hay encasillamientos en televisión? No es la primera vez que lo escucho.

Yo creo que es por comodidad, o por prisa, de los productores. No se complican la vida a la hora de hacer un casting para una nueva serie y si te vieron bien en un tipo de papel, en un perfil, ya piensan en ti para otro papel muy similar. Todo va muy rápido y es una manera de acortar tiempos. 

Natalia Millán. FOTO: MIGUEL ÁNGEL

7. En el cine es el medio en el que menos te has prodigado.

Sí, es cierto. Pero acabo de terminar una que ya tendría que haberse estrenado. Se titula “Explota, explota”, es un musical. Una comedia romántica que tiene de banda sonora las canciones de Rafaella Carrá y es muy divertida. Se estrena en octubre. Yo le doy prioridad al teatro, siempre. Y en el cine, sobre todo en el cine, pero también en televisión, aunque tengas menos tiempo de trabajo, en términos de disponibilidad, tienes que estar completamente disponible durante el tiempo que duran los rodajes, porque lo mismo ruedas a primera hora de la mañana, que por la tarde o por la noche. Y entonces no puedes hacer otra cosa. Tienes que estar disponible las 24 horas. Y ya no digamos si tienes que irte fuera.

8. Eso hace difícil conciliar la vida laboral y la familiar ¿Cómo se logra?

Yo lo resumiría en dos palabras: con amor. Es difícil pero con amor se soluciona todo. Yo me quedé sola con mi hija porque su papá murió y yo la saqué adelante sola desde muy pequeñita. No preguntes cómo se hace, porque no lo sé, porque he trabajado como una negra, pero he estado pendiente de mi hija siempre. Con amor, es verdad, pero también con apoyo. Apoyo de tus amigos, de tu familia. Pero no es nada fácil. El mundo no te lo pone nada fácil. En el teatro, a diferencia de en los rodajes en los que tienes que estar disponible todo un mes para al final rodar tan solo dos días, las jornadas laborales son mucho más intensas, pero te permiten una vida más organizada. Trabajas de martes a domingo o de miércoles a domingo, tienes que prepararte, reservarte para la hora de la función, sobre todo en un musical, pero la vida está más ordenada. Vas a la contra del resto del mundo: cuando los demás disfrutan, tu trabajas. La vida social se limita a los compañeros, por eso el mundo del teatro es un poco endogámico. Pero para mí es mucho más cómodo el teatro.

Natalia Millán. FOTO: MIGUEL ÁNGEL

9. ¿Cuáles son tus planes?

Tan pronto como abran los teatros, seguir con Billy Elliot. La verdad es que es una función que iba fenomenal. Llegamos ya a la tercera temporada, pensábamos parar en verano un poquito y luego nos íbamos a Barcelona. Y todo ha quedado en el aire. No sabemos nada. Además, la cuestión está también en que como el protagonista es un niño, tiene una preparación previa muy intensa y para que se pueda empezar de nuevo tiene que volver a ponerse en forma. Es un engranaje complejo para el cual esta crisis sanitaria y económica ha sido un auténtico hachazo. Sabemos que vamos a volver, pero no cuándo.

10. ¿Es un oficio complicado?

Complicado sí, pero maravilloso. Sobre todo cuando llegas a ese punto en el que eres el puente entre el corazón del creador y el espectador y les haces vibrar en la misma frecuencia. Nunca nos haremos ricos, hasta el vestido de la alfombra roja es prestado. Pero es un oficio maravilloso.

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