Cristal Reza, artista digital sin fronteras

Que el universo del arte digital no tiene fronteras lo sabe muy bien Cristal Reza (Celanova, 1984), que acaba de participar en una exposición en la Semana de la Moda de Milán, para la que fue seleccionada por Vogue Italia y la marca norteamericana Mattel, mundialmente famosa por juguetes de su creación como Barbie, o los coches Hot Wheels. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Vigo, inició su carrera profesional en Galicia, fundamentalmente en Ourense. El diseño gráfico la dirección de arte fueron los caminos por los que avanzó desde su Celanova natal y que han llevado ahora a tener obra suya en exposición en The Silos, una instalación industrial de la ciudad china de Shenzen que se ha convertido en el primer museo del Metaverso y el arte digital en 3D. ¿CÓMO SURGIÓ ESA PARTICIPACIÓN CON VOGUE Y MATTEL PARA LA SEMANA DE LA MODA DE MILÁN? Vogue iba a hacer una colaboración con Mattel para esa sala de exposiciones virtual y estuvo buscando posibles candidatos que pudieran combinar mejor con la idea de Mattel. Le pasó una lista de esos candidatos y Mattel me escogió a mí. A la hora de materializar el proyecto hubo una fase en la que el trabajo lo desarrollé con Mattel para el tema de las animaciones y al final con Vogue para encajar cómo se iba a ver eso en el entorno real, que fue como un caleidoscopio gigante de se montó con seis espejos. SUPONGO QUE NO SERÍA FÁCIL No porque yo no tengo un caleidoscopio gigante en casa, ni Mattel tampoco. Lo que hice fue comprar dos caleidoscopios de niños, porque cada uno tiene tres espejos y lo que hice fue montar las seis caras del espejo en un tubo y hacer los primeros test con ese tubo guiando un móvil con el que podías ir viendo cómo iba a quedar. Y al final salió muy bien. ¿QUÉ TAL RESULTÓ ESA COLABORACIÓN CON EL EQUIPO DE MATTEL? Muy bien, porque Mattel da mucha libertad creativa a los artistas para que éstos puedan darle su visión pero siempre con los instrumentos de Mattel. En este caso con sus juguetes, como Barbie, Kent, Hot Wheels... VIVE EN MADRID, PERO, ESTE TIPO DE COLABORACIONES QUE LA LLEVAN A MOVERSE POR TODO EL MUNDO ¿PODRÍA HACERLAS TAMBIÉN DESDE CELANOVA, DONDE EMPEZÓ A TRABAJAR? Sí. De hecho, cuando vivía en Celanova, mis trabajos no eran para Celanova. Entonces trabajaba para una agencia de publicidad de Ourense, que era Planos y para algunas editoriales, como Anaya y Oxford. La gran ventaja que tiene trabajar en el mundo digital y, sobre todo, después de la pandemia, es que no se exige una localización específica. Se puede trabajar en cualquier ciudad o entorno incluso rural, siempre que tengas una buena conexión a internet. Si ahora trabajo en Madrid es porque mi pareja trabaja aquí y yo podía hacerlo en cualquier sitio. ¿CÓMO LLEGA EL CONTACTO CON SUS CLIENTES, ENTONCES? Las redes sociales pueden ser muy perjudiciales para alguna cosa, pero también muy beneficiosas para otras, para los creadores en el mundo digital y sobre todo en 3D que dio un salto muy grande en los últimos años. Las redes sociales son las que te permiten darte a conocer. Y más que darte a conocer en el ámbito personal, dar a conocer tus trabajos. Y por ahí es por donde los clientes entran en contacto contigo. ESTUDIÓ PUBLICIDAD EN PONTEVEDRA. ¿IMAGINABA QUE SE DEDICARÍA A ESTO CUANDO ERA ESTUDIANTE? Yo estudié publicidad porque me interesaba mucho el diseño y en aquellos tiempos no había o había muy pocas escuelas de diseño. La publicidad era casi la puerta natural para dedicarte luego al diseño, a la dirección de arte. A partir de ahí, hasta entrar en el mundo digital y del 3D hay un largo camino como autodidacta. ¿HACIA DÓNDE CAMINA LA CREACIÓN DIGITAL EN 3D? ¿PESA MUCHO EL METAVERSO? Es cierto que se está hablando mucho de los desarrollos para el metaverso, para ese universo digital en tres dimensiones que nos va a permitir movernos por un mundo virtual. Pero independientemente de lo que eso llegue a dar de sí, la creación digital en 3D tiene actualmente muchas aplicaciones en el mundo real. Por ejemplo, la publicidad, porque te permite crear el mundo y el universo que tú quieras, sin tener que recurrir a disfrazar a nadie, buscar localizaciones imposibles o realizar una grabación que puede ser costosísima. AL MARGEN DE ESA FUNCIÓN MÁS COMERCIAL HACIA CLIENTES ESTÁ SU FACETA ARTÍSTICA ¿SE COMPAGINAN UNA CON OTRA? En esa parte más personal, más artística yo desarrollo mis propios proyectos, que hago para mí y que expongo en redes sociales, te sirven de exposición, porque así la gente ve lo que puedes hacer, forma parte de tu portfolio. Independientemente de que algunos de esos proyectos me los han comprado empresas que lo han visto, por ejemplo Facebook. EN ESA FACETA DE ARTISTA DIGITAL ¿QUÉ ES LO QUE MÁS LE INSPIRA? Me inspira mucho la naturaleza. Más la naturaleza que había en mi entorno en Celanova y en Galicia en general, y mis diseños tienen texturas muy orgánicas y colores muy vívidos. HE VISTO UN TRABAJO SUYO CON TIPOGRAFÍA QUE TENÍA ESE PERFIL DE TEXTURAS ORGÁNICAS E INTENSOS COLORES. Sí, es una competición, un desafío que hay en Instagram que se llama “36 days of type”, 36 días de tipografía y desde ahí se anima a la gente a que participe haciendo cada día una letra del abecedario y los 10 números, hasta 36. Es complicado, sobre todo si como es mi caso, utilizas animación, porque tienes que sacar cada día una, pero te da muchísima visibilidad. Y también es una manera fantástica para aprender porque es algo que te fuerza a seguir investigando. ¿CUÁLES SON LAS REDES SOCIALES QUE MÁS TIRAN PARA ESTE TIPO DE PROYECTOS? Instagram es una de las redes que mejor funciona en este campo, Behance, que es una red específicamente de diseño y en ella publicas el proyecto entero y ahí el cliente ve tu trabajo al completo. Y entre una y otra, y puede que también Linkedin es por donde me conocieron el 90 por ciento de mis clientes. Vogue y Mattel me encontraron así. Y la única manera es a través de las redes porque yo tengo web de toda la vida y no funciona igual. EN ESA FACETA MÁS ARTÍSTICA DE SU TRABAJO, ¿PARTICIPA EN EXPOSICIONES? Sí. Ahora tengo animaciones en una pequeña exposición en la ciudad italiana de Monopoli, y en China, en la ciudad de Shenzén, en los silos gigantescos de una antigua fábrica. Mi exposición está en un pasillo que comunica esos silos. Son animaciones que tienen ese vínculo con la naturaleza y la verdad es que ha quedado muy bien montada porque han añadido plantas en el entorno de las pantallas que exponen mis trabajos.