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Negan: nuevo villano digno de estudio

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El 23 de octubre The Walking Dead volvía a nuestras pantallas para iniciar la séptima temporada que tanto tiempo llevábamos esperando

¡¡ALERTA SPOILER!!


EL 23 DE OCTUBRE The Walking Dead volvía a nuestras pantallas para iniciar la séptima temporada que tanto tiempo llevábamos esperando. Podemos decir, con absoluta seguridad, que nunca antes la serie estrella había vuelto de una manera tan fuerte y visceral, metafórica y literalmente. The Walking Dead se ha convertido en un drama sangriento, donde la tortura psicológica y las vísceras de los protagonistas se esparcen por todas partes, nunca fue una serie para estómagos blandos pero ahora tampoco lo es para las mentes blandas.

Y aún así, nos encanta. Su supremacía es absoluta, TWD  sigue elevándose por encima de muchas otras ficciones actuales porque es la maestra de la duda, de la expectación, del shock y el factor sorpresa. La forma en que terminó la sexta temporada supuso un paro cardíaco de meses para sus espectadores, durante meses y mientras engañábamos las ganas con Fear The Walking Dead, hemos pensado en Lucille al menos unas  cuantas veces. Lucille, Negan, la víctima. Todo se mantuvo en silencio durante meses, aunque sus actores ya casi no podían mantener el secreto, y por fin, llegó el capítulo que esperábamos ansiosos, el episodio más sádico y sangriento de la historia de la serie. 


Sus guionistas retoman la historia tal y donde la dejaron, pero tardamos un tiempo en descubrir quien ha conocido mejor a Lucille. En los ojos de Rick se esconde un odio intenso, y en las caras de sus compañeros la pura desesperación. 


Más de una vez hemos acudido insaciables a eventos totalmente dramáticos para nuestros amigos de TWD, la trágica muerte de Lori, la cabeza de  Hershel convertida en zombie mordiendo al aire o una matanza entre humanos, necesaria pero igualmente brutal, pero Negan es EL VILLANO. Salvaje, aséptico, visceral y sin conciencia. Negan es el nuevo jefe, un ente superior dispuesto a matar dos veces para dejar claro su puesto. Alguien capaz, aunque en los orígenes nos pareciera imposible, de cambiar la mirada de odio de Rick por un miedo absoluto e irremediable.

Lo nunca visto ha llegado al universo de The Walking Dead, y no se el resto de los espectadores, pero desde aquí no tenemos ni idea de como se va a arreglar esto. Ahora solo podemos dar el último adiós -esta vez definivamente- a Glenn y Abraham. Decirle hola sin aspavientos a Negan, limpiarnos las salpicaduras de sangre de las caras, tomar aire y enfrentarnos a esta temporada movidita y frenética, brutal y asesina. Bienvenido, Negan. 

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