TECNOLOGÍA

Netflix y YouTube cambian la forma de consumir televisión

El vídeo en “streaming” hará que desaparezca la televisión lineal en un plazo de 15 a 20 años, incluso antes.

La revolución en contenidos digitales que ha experimentado España en los últimos años viene de la maño de la generalización de la banda ancha, la explosión del mercado de smartphones y la implantación definitiva de YouTube y Netflix como medios de consumo de ocio.

El vídeo en “streaming” hará que desaparezca la televisión lineal en un plazo de 15 a 20 años, incluso antes. Las principales cadenas de televisión ya disponen de plataformas  en internet para disfrutar de sus emisiones, tanto en directo como a la carta, conscientes de que cada vez más usuarios no disponen de señal TDT, sino de redes inalámbricas.

En este escenario, en el que el consumidor puede acceder al canal y al contenido en cualquier momento y en cualquier lugar, la calidad del producto y del servicio vuelve a cobrar importancia, frente a un modelo obsoleto que priorizaba la cobertura y el dominio de la señal TDT y la posición en la botonera del mando a distancia.

Otro de los elementos que ha dado un giro al mercado español es que el pago por contenidos empieza a afianzarse frente a las propuestas gratuitas de las televisiones generalistas. El consumidor español parece cada vez más predispuesto a pagar por servicios y contenidos de calidad, a pesar de un hábito adquirido de disponer de contenidos sin necesidad de pago, de la piratería existente y de la oferta en canales abiertos.

Netflix, servicio de referencia en contenidos de ocio como series y películas, cumple un año en España, un tiempo en el que ha triplicado el tamaño de su catálogo y tiene una audiencia que le dedica de 20 a 30 horas mensuales, con un impacto aún mayor en las redes sociales y estrenos exclusivos, especialmente en series de ficción.

Este cambio de tendencia a la hora de consumir contenidos que habitualmente eran exclusivos de la señal televisiva no ha pasado desapercibida para las compañías publicitarias. De esta manera muchas marcas ven servicios como YouTube y Netflix como un complemento a sus spots televisivos.

Otro ejemplo de la importancia de este cambio de hábitos en los espectadores españoles es que Youtube, plataforma sólo de vídeo, es el segundo mayor buscador tras Google, lo que supone un impacto enorme para los anunciantes que quieran buscar un consumidor determinado y concreto para sus productos, en un momento en el que los videos han dejado a un lado a la imagen  estática como apoyo de datos e informaciones en internet, incluso en medios generalistas.

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