Cuando la comunidad de jugadores pensaba que todo estaba ya inventado, el desarrollador Jason Rohrer nos sorprende con uno de sus últimos títulos “One hour one life”. La principal premisa de este juego es bastante explicativa, pero para los que no sepan inglés, el juego consiste en que la vida de nuestro personaje dura exactamente 60 minutos.
Cuando entremos al juego apareceremos en un mundo de tantos como un recién nacido. Nuestra madre tendrá que cuidar de nosotros mientras no sabemos alimentarnos ni enviar mensajes que sean más largos de un carácter. Cada minuto es equivalente a un año de vida, por lo que con el paso del tiempo, iremos adquiriendo la capacidad de alimentarnos por nuestra cuenta y de enviar mensajes más complejos.
Si tenemos suerte, naceremos en una comunidad en la que nuestros progenitores nos enseñarán a trabajar, pudiendo aportar así algo a sociedad en la que aparecemos. El juego está desarrollado de una manera magistral, y la comunidad de jugadores que nos podemos encontrar en este título es una delicia, la sensación de apego que sientes con tu “madre” cada vez que apareces en un mundo y ésta te alimenta y te enseña a mantenerte es meramente una obra de arte.
Con el paso de las horas nuestros predecesores irán falleciendo, siendo un momento especialmente duro cuando tengamos que ver a nuestra madre, que nos ha enseñado a sobrevivir en este entorno, pasar a mejor vida… A otra, concretamente. A medida que pase el tiempo, nuestro personaje también irá envejeciendo, acercándose al fatídico final, una vez pasados los 60 minutos de vida (60 años de edad), nuestro personaje perecerá y apareceremos en un nuevo mundo, volviendo a empezar de cero con una nueva familia.
Un punto a favor muy fuerte de este juego es que dentro de su complejidad es muy sencillo, se juega únicamente con dos controles, pero se pueden hacer una gran cantidad de cosas para una vida tan corta. Los requisitos, además, son muy bajos, permitiéndonos jugarlo incluso en la vieja tostadora de nuestro abuelo. Como puntos en contra… El hecho de que nuestros avances desaparezcan en cuanto morimos. Eso se siente en ocasiones como una bofetada en la cara. Sin embargo, es un título muy recomendable por 12,49€ en Steam.
