Ourense vuelve al podio de los mejores vinos

Dice el refrán que después de la tempestad viene la calma. Pero la calma chicha que supuso el estado de alarma para el sector del vino fue peor que una galerna. Pero el regreso a la normalidad no pudo ser mejor para los vinos ourensanos: tres medallas de oro y una de plata en el Challenge International du Vin, que se celebró en Burdeos. Es la más antigua de las grandes competiciones internacionales. En paralelo, la Unión Española de Catadores falló su concurso de los mejores vinos blancos jóvenes y ahí de nuevo los vinos ourensanos volvieron a subirse al podio de los mejores vinos, regresando con 9 medallas de oro y 2 de plata. El colofón lo puso el premio al mejor enólogo de España de vinos jóvenes, que ha vuelto a recaer en Pablo Estévez, nieto y bisnieto de viticultores del Ribeiro y de Valdeorras, es uno de los grandes impulsores del éxito de los vinos del Ribeiro mundo adelante. Los tres vinos laureados con medalla de oro en Burdeos fueron Pepa Porter, Benedictus fructus Godello y Antonio Montero Autor. Los dos primeros, monovarietales de Godello, pero con distintos matices, pues Pepa Porter, es un vino de Monterrei, que ya había iniciado 2020 con una medalla de oro en Alemania, de donde Antonio Montero volvió con una plata. Dos Ribeiros y un vino de Monterrei, a los que hay que añadir la medalla de plata de Adega do Moucho, también Ribeiro. En el concurso de los vinos jóvenes de España, para elaboraciones realizadas con la cosecha de 2019, de los nueve bacos de oro, uno fue para Monterrei, Gargalo Godello. Esta denominación logró además las únicas dos medallas de plata, que recayeron en dos vinos de la bodega Tapias Madriñan: Quinta das Tapias, Treixadura y Quinta das Tapias Mencía. El Ribeiro regresó con tres bacos de oro: Mónica Albor Treixadura Godello Loureira de la colleiteira Mónica Albor, Catro Parroquias de Bodegas Loeda y Peique Godello, de Bodega Peique. Y por primera vez, Valdeorras consigue más oro que el resto de las regiones vinícolas ourensanas juntas: Gargalo Godello, de Bodegas Gargalo; Joaquín Rebolledo Godello, de la bodega homónima; Guitián joven y Guitián sobre lías, de Bodegas La Tapada y la quinta medalla fue para Viñaredo Mencía, de Bodega Santa Marta. El Godello ha sido, nuevamente, el gran triunfador: todos los blancos de Monterrei y Valdeorras galardonados son monovarietales de esta variedad y dos de los tres ribeiros: Peique, y Benedictus, que con tan solo 600 botellas en el mercado, ya ha agotado la cosecha de 2018 que fue la ganadora de la medalla de oro y está a punto de embotellar la única barrica roble francés con 500 litros que saldrá con las 600 botellas de la cosecha de 2019.