Patxi Amezcua: “En ‘Infiesto’ busqué en la mitología asturiana”

Isak Férriz e Iria del Río protagonizan “Infiesto”, la nueva película del director pamplonés Patxi Amezcua.
photo_camera Isak Férriz e Iria del Río protagonizan “Infiesto”, la nueva película del director pamplonés Patxi Amezcua.

El director y guionista navarro se inspiró en cintas como "Seven" y "True Detective"

Diez años después de su última película, “Séptimo” (2013), y en el contexto del confinamiento por la covid-19, Patxi Amezcua propone un “mundo pandémico, apocalíptico y vacío” a través del thriller policíaco “Infiesto”, una historia oscura en torno a varias desapariciones en la cuenca minera asturiana.

El director y guionista navarro confiesa que la cinta nace de sus ganas de llevar a la pantalla el espíritu de la película “Seven” (1995) y la serie “True Detective” (2014). “Un thriller policíaco emplazado en la cuenca minera asturiana, mostrando el mundo industrial, decadente, sus minas y fábricas abandonadas, más el elemento del estado de alarma por la pandemia, era el combo perfecto para la película”, apunta.

La cinta, que desde este viernes está disponible en Netflix, sigue la historia de dos policías, el inspector Samuel García (Isak Férriz) y la subinspectora Marta Castro (Iria del Río), que acuden a un pueblo minero de la montaña asturiana donde ha aparecido una joven que llevaba meses desaparecida.

El director añade que “Infiesto” juega con esta metáfora, y explica que para que la cinta fuera más atractiva buscó “algo turbio que diera juego a la desaparición.Empecé a buscar en la mitología asturiana y surgió este mundo de druidas, para crear esta especie de secta que está influida por ese mundo. Y de repente nos encontramos con un elemento muy potente que jugaba a favor de la historia”.

Otra de las metáforas es el propio título de la cinta: “Infiesto” es el nombre de un pequeño pueblo de Asturias, pero deriva del latín “infectum”, infección, debido supuestamente a la peste que asoló el lugar hace siglos. “Igual no, y es una simple leyenda de pueblo y yo me la creí, pero me sonó muy bien, con fuerza para el título, para que enganchara”, ríe el cineasta. Por su parte, para Iria del Río meterse en la piel de una subinspectora que tiene que resolver una “desaparición de tal calibre” ha sido “muy emocionante”.
“Nunca había hecho de policía, pero siempre pensaba que el día que la interpretara tenía que ser imperfecta y humana, y con eso he jugado aquí, porque quería que fuera creíble, pero también que el espectador empatizara con ella porque la misión que tiene y la que se le viene encima es gorda”, afirma.

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