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El Peloponeso: historia y mito a partes iguales

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Es el Peloponeso un país en sí mismo, con sus montañas, bosques, playas, pueblos y ciudades.

Entrar  en el Peloponeso es adentrarse en un mundo en el que la tierra misma transpira historia y mito por partes iguales. Un mundo en el que cada monte, cada árbol, cada piedra, tiene algo que contarnos. Es el Peloponeso un país en sí mismo, con sus montañas, bosques, playas, pueblos y ciudades. De hecho, el origen etimológico de esta región al sur de Grecia significa Isla de Pélope. Nos cuenta la leyenda que fue precisamente Pélope quien conquistó la ínsula que llevaría su nombre. No obstante, estamos hablando en realidad de una península unida al resto del continente por un puente después de la construcción del canal de Corinto en 1893.

El canal separa ambos pedazos de tierra, y consideraremos al Peloponeso como una tierra aislada artificialmente por el hombre. Llegando en coche desde el Atenas se accede por el istmo de Corinto. Se puede acceder al Peloponeso por barco, desde las islas cercanas, o en avión. Pero desde Atenas entraremos al Peloponeso tras recorrer a penas 100 km por una excelente autovía. Llegue desde donde llegue arribará a un lugar en el que cada poro de la tierra transpira historia y mito a partes iguales. Un lugar donde la belleza de la naturaleza le sorprenderá manifestándose en los más variados paisajes.

La región de Corinto es la entrada a la península del Peloponeso. En su yacimiento arqueológico correspondiente destacan el templo de Apolo y el Ágora. Conserva, no obstante, más ruinas romanas que griegas porque cuando el Imperio Romano comenzó la conquista del mediterráneo, Corinto fue arrasada por el general romano Lucio Mumio en el año 146 a.C. El año 44 a.C. Julio César estableció allí una colonia romana y el año 27 a.C. César Augusto la hizo capital de la región, convirtiéndose en el centro comercial entre el Asia Menor y Roma. El Akrocorinto es una montaña rocosa que constituye una fortaleza natural, que sirvió como sitio de culto a Afrodita. En su cima puede disfrutarse de una impresionante vista panorámica de la región. Según la mitología, en Corinto se construyó el Argos, nave de Jasón y su tripulación de argonautas que partieron en busca del vellocino de oro.

En la Argólida se sitúa Nauplia (o Nafplion), capital de la Argólida y una de las más bellas ciudades de Grecia. Fue la primera capital de Grecia entre 1829 y 1834. Es la regíon de Grecia con más recintos arqueológicos. Entre 1600 a 1100 a.C., con la civilización micénica, la Argólida fue el corazón de Grecia. En esta época la capital era Argos, eterna rival de Esparta.

La región de Arcadia recibió su nombre del héroe mitológico Arcas. Megalópolis fue fundada en 370 a. C. por Filopemen, y se convirtió en la capital de Arcadia. Se trataba de un pueblo rural y humilde, por lo cual a la hora de honrar la fertilidad no podían hacerlo con un toro, como en el resto de las culturas herederas de los ritos micénicos, así que optaron por adorar al macho cabrío. Tras la dominación romana, fue bizantina, veneciana y turca, hasta que se integró en la República de Grecia. Actualmente su capital es Tripoli.

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