Plantas cosméticas y sus utilidades

A lo largo de la historia se han utilizado muchas especies vegetales para realzar la belleza y para reparar la piel dañada

Las plantas han cumplido muchos propósitos a lo largo de la historia de la humanidad. Desde el principio de los tiempos, los neandertales además de la caza, recogían diversas especies de bayas. Años después, los poblados nómadas de Homo erectus comenzaron a asentarse en pequeños campamentos dónde comenzaron a aprender el arte de la agricultura. El uso que nuestra especie ha asociado a las distintas plantas ha ido cambiando con el trascurso de la historia pasando desde funciones alimenticias, medicinales e incluso cosméticas.

El término “cosmético” se remonta al siglo XVII y proviene del término griego kosmetikós, que significa “relativo a la ornamentación”. A pesar de utilizar elementos para realzar la belleza desde tiempos muy antiguos, el primer elemento de origen vegetal utilizado es un musgo rojo, el Lischen roscella con el que se preparaba el tornasol. También se usaban otras plantas tintóreas como la Alkanna tinctoria.

En la actualidad el uso de elementos vegetales en la cosmética sigue muy presente, puesto que las plantas tienen muchos elementos que son realmente útiles tanto para la piel como para el pelo. En la medicina aún continúan muy presentes gracias a varios principios activos como los alcaloides presentes en la amapola (Papaver somniferum) que se utilizaron desde el siglo XVIII para obtener morfina.

Dentro de la gran cantidad de especies utilizadas para elaborar productos de belleza, existen algunas que podemos cultivar en nuestra propia casa, como el Aloe vera, el hinojo, la camomila o manzanilla o el árbol de té.

El Aloe vera es, quizá, una de las plantas con más beneficios, ya que ayuda a tratar pieles secas, dañadas, rotas, sensibles e irritadas. Sus propiedades cosméticas abarcan propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes, humectantes, calmantes y antipicazón gracias a su aporte de minerales, vitaminas, aminoácidos y aceites grasos. El simple jugo de esta planta contiene selenio, calcio, hierro, magnesio, potasio, cobre y zinc, por todos estos elementos es muy consumida en varios países, sobre todo en zonas tropicales como agua de aloe o zumo de aloe.

El hinojo es otra especie con muchas utilidades en nuestro día a día gracias a sus beneficios medicinales, culinarios y cosméticos. El aceite esencial de hinojo se ha implementado en aromaterapias para tratar la celulitis, los dolores reumáticos y las pieles grasas y envejecidas. Asimismo se utiliza mucho en la higiene bucal, añadiéndolo en varios dentífricos ecológicos.

Las propiedades de la manzanilla, por otro lado, destacan, en cuanto a cosmética se refiere, principalmente a su aplicación en el cabello. Los champús elaborados a base de camomila dan un tono más claro, con mucho brillo y vitalidad, además de eliminar la caspa y lo dejándolo suave y manejable. Se puede aplicar también en cremas cutáneas para aportar gran hidratación, limpieza y relajación. El efecto relajante que produce se debe al tipo de flavonoides que contienen y a su alto contenido, que ayudan a calmar las terminaciones nerviosas de la piel. Es muy utilizada incluso para descongestionar la piel gracias a sus propiedades desintoxicantes y depurativas.

Te puede interesar