EN LETRAS DE MOLDE

Prisas

A modo de serie casposa de largo recorrido cuando a los guionistas no les apetece escribir y se hacen un refritillo de los mejores capítulos aprovechando que, por ejemplo, dos de los protagonistas están atrapados en algún sitio y recuerdan momentos juntos, me voy a hacer yo un refritillo de mis mejores recomendaciones.

Es miércoles, son las seis y veinticuatro y acabo de leer el mail de las cinco y media en el que me recuerdan que aún no he mandado esta columna.  
Se me había olvidado por completo.  

Es raro, normalmente, a golpe de domingo o lunes me viene un embrioncito de columna, la escribo antes de que se me olvide, le hago un “sombra aquí y sombra allá” y hasta el miércoles que ya se me ha olvidado y me la piden, no la vuelvo a mirar. Pero que me la pidan sin tenerla hecha es un poco estresante, así que, a modo de serie casposa de largo recorrido cuando a los guionistas no les apetece escribir y se hacen un refritillo de los mejores capítulos (aprovechando que, por ejemplo, dos de los protagonistas están atrapados en algún sitio y recuerdan momentos juntos), me voy a hacer yo un refritillo de algunas recomendaciones que me vienen ahora a la cabeza. Aunque antes de eso no debo olvidarme de que la semana pasada dejé un poco interrumpida la columna con el ataque de miedo a la misandria que me sobrevino. El caso es que no llegué a decirles que el comic que me estaba gustando tanto era “¿Eres tú mi madre?: un drama cómico” de Allison Bechdel. Y tampoco llegué a contarles qué libros de Ian Mc Ewan recomendaba especialísimamente. Son “Chesil Beach” y “Expiación”. Unos libros que te quedas del revés, vaya tipo el tal Mc Ewan, qué formitas de escribir. Dicho esto, ahora sí puedo empezar el refrito del que les hablaba.

“La historia interminable” de Michael Ende, antes de que Peter Jackson la destruya para siempre; “Todo esto pasará” de Milena Busquets, te lo lees en un ay porque es pequeño y el personaje se te queda metido en el cuerpo un buen tiempo; “El nombre de la Rosa” de Eco, un novelón de diez que encima te dura todo el verano. “No soy ese tipo de chica” de Lena Dunham, tremenda la nena, qué forma de echar por fuera. Y bueno, creo que ya llego a los caracteres requeridos, así que, con esto y un bizcocho, me voy a que me coman el… ¡Uy, perdón!

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