Gastronomía

Saber rectificar es de sabios, sobre todo en hostelería

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photo_camera Tapería Caviar.
La cocina es casera y el servicio muy atento y profesional.Ofrece carta, menús, incluso un sábado, platos combinados y pizzas 

Hay otro Vigo, que es un mundo, alejado de ese centro en el que se concentran los cientos de miles de luces led cuando llegan las navidades. Está en As Travesas, un barrio que tiene más habitantes que la ciudad de Pontevedra, por poner un ejemplo cercano. Allí estuve hace unos días, con el Entroido a las puertas, y comí por recomendación de una amiga en esta tapería restaurante.

Hacía poco tiempo que había estado en Viana do Bolo y me llamó la atención de que ese día hubiese un menú especial con androlla. Si a eso le sumamos que a la puerta del establecimiento hay una pulpeira, tuve la sensación de que estaba en Ourense.

Ofrece carta, menús, incluso un sábado, platos combinados y pizzas y con mucho éxito porque estaba de bote en bote. Si no llegas pronto o reservas o no pillas mesa.

La cocina es casera y el servicio muy atento y profesional. Las croquetas que tomé de primero estaban hechas con cariño. El entrecotque vino después, en cambio, fue un despropósito. Estaba tan duro que yo creo que se cegó el cuchillo al intentar cortarlo. Éramos tres a comer y los dos que pedimos entrecot sufrimos la misma situación. La tercera, en cambio disfrutó de su solomillo. Al recoger los platos nos preguntaron qué había pasado y le explicamos que o no era entrecot, o la ternera había llegado a pie esa misma mañana. Al momento vino el dueño. En la cocina se habían equivocado. No era entrecot. Pidió disculpas y ofreció repetir el plato. Aceptamos las disculpas pero se nos hacía tarde así que declinamos. Entonces los borró de la cuenta. Es justo porque el cliente no debe de pagar los errores de la cocina. Pero resulta tan raro, a veces encontrar gente que reconoce sus errores...  

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