¿Secta o familia?: Llega a Netflix la serie “Bienvenidos al Edén"

La historia reúne en una isla a un grupo de personas ante la pregunta: "¿Eres feliz?"

¿Utopía o distopía? ¿Secta o familia? En un planeta en plena crisis climática, con jóvenes cada vez más insatisfechos de sus vidas e inseguros de su futuro, llega a Netflix “Bienvenidos a Edén”, una nueva serie española que reúne en una isla a un grupo de personas ante la pregunta: “¿Eres feliz?”.

Esta cuestión, con una respuesta clara y negativa, es lo que hace que un grupo de jóvenes decida sumarse a un viaje que, para algunos de ellos, cambiará sus vidas por completo. “No son felices. Si eres feliz no vas, te quedas en Parla, en Donosti o en Teruel. Pero todos parten de la base de que no están conformes con la vida que llevan”, cuenta a Efe Sergio Momo (“Élite”), uno de los actores de la serie. Él (Nico, su personaje) no es de los que llegan nuevos, pues lleva ya un tiempo en Edén, la fundación liderada por una visionaria pareja, Astrid y Eric (Amaia Salamanca y el argentino Guillermo Pfening), que se ha propuesto crear su propia comunidad ante las urgencias derivadas del cambio climático y la cercanía del punto de no retorno.

“Hay algo de el país de nunca jamás, de los niños perdidos. Algo de recoger a gente con carencias, con traumas, que no ha sabido trabajarlas o no ha podido”, añade Momo sobre la esencia de esta serie a la que define como “un color nuevo que no has visto nunca” y “una fantasía en neopreno”, haciendo alusión al uniforme azul que llevan los residentes en la isla.

Creada y escrita por Joaquín Górriz  y Guillermo López , “Bienvenidos a Edén” es una serie en la que cabe todo, llena de thriller, romance y aventura. Producida por Brutal Media, los 8 episodios han estado dirigidos por Daniel Benmayor  y Menna Fité. Además de en Barcelona, la ficción se ha rodado en gran parte en Lanzarote, donde se ha recreado ese Edén particular lleno de misterio y en el que no es oro todo lo que reluce.

“Buscábamos transmitir esta sensación de que el mundo es gris, de que cada vez hay menos futuro, hay pandemia, enfermedades, guerra… Esa sensación de que para buscarte un futuro luminoso y pasártelo bien tienes que buscar una isla y evadirte. Eso es lo que tienen en común los sentimientos de todos los personajes. Tienen la necesidad de escapar y de llegar a una especie de nuevo comienzo”, explica Guillermo López.

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