TELEVISIÓN

The Get Down, rojo intenso y mucho brillo

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photo_camera Una imgen de The Get Down.

Ya están disponibles los seis primeros episodios de la temporada en netflix: el sueño de Luhrman 

The Get Down esa serie que sin  haberse estrenado ya levantaba todo tipo de comentarios y rumores. La primera colaboración de Luhrmann en televisión, testigo del ego del director de Moulin Rouge, la producción más cara de Netflix -casi como una temporada de Juego de Tronos- o la primera vez que la platoforma streaming se guarda una parte de lo grabado en vez de darlo todo junto. Rumores que ya podemos confirmar o desmentir.

La verdad es, que despues de visionar los primeros seis episodios de The Get Dow, se te olvida la primera idea que suscita: Romeo + Julieta -otra de las películas de Luhrman- en el Bronx. Reconocemos el argumento de manera instantánea, el mediático director no podía olvidarse de sí mismo, pero a medida que los bailes y las escenas pecaminosas se van sucediendo ante nuestros ojos la debilidad de la serie se camufla entre tanto colorido.

La flaqueza de esta producción es claramente su argumento, demasiado "teenager" pero en el Bronx, algo que no encaja mucho. Un rollete super importante entre la hija del pastor y el huérfano pandillero que discute en verso. Sueña ridículo y en cierto modo, lo es, pero sin embargo todo se confunde. La sensación es confusa pero la realidad es que The Get Down consigue hacer hervir la sangre. Su ritmo frenético, fluye  entre purpurina, bolas de discoteca y el brillo del satén de los minivestidos de los setenta.

No hay pausa y tampoco prisa, al tercer episodio ya podemos movernos como Shaolin y su boina rojo intenso por el sueño de Baz Luhrmann, le pueden llamar ego pero es frenesí, una bacanal de música, colores, drogas y pelo afro.  Probablemente el mejor testigo que van a heredar los millennials de la época dorada de New York, aquel éxito, aquel ritmo endiablado que fueron  la musica disco y el Hip Hop, que entonces llamaban The Get Down, y surgida en el Bronx. Así, en la parte más deprimida de NY surgió algo que haría historia confirmando que la creatividad no depende de nada, solo de alguien.

Puede que el valor histórico de la nueva serie de Netflix no sea absoluto, puede que ni parecido, pero su valor  es presentarnos de una forma tan contundente y cautivadora lo que se vive y se siente creando algo completamente nuevo, la fiebre musical de una era, el saber que estas viviendo y formando parte de una revolución. No todas las revoluciones fueron siempre con armas o tecnología. 
Y argumentalmente... nos ha dejado una frase para los colegas y la historia: Don't fuck with me Jackito!!!

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