En el mes de junio empezamos a disfrutar de tomates de los de verdad, los que maduran al sol, que tienen sabor, son jugosos, con ese punto de dulce y ácido que los caracteriza y un color rojo intenso...
Dorados y no rojos. Por eso en Italia, el primer país productor europeo de tomates se les llama pomodoros. Llegaron con los españoles, procedentes de América. Los embarcaron en México como casi todo lo que venía de las Indias Occidentales en aquellas primeras décadas del siglo XVI, pero su origen puede estar en México o en el altiplano peruano. Lo cierto es que llegaron y se aclimataron tan bién al Mediterráneo que forman parte indiscutible de la dieta más saludable de esta región del mundo. Los tomates se cultivan todo el año en aquellas latitudes en las que apenas hay diferencia de horas entre el día y la noche. O en los invernaderos, a costa de un buen gasto de energía eléctrica, pues necesitan luz para florecer y fructificar al menos diez u once horas al día.
Un tomate no necesita grandes despliegues para ser un magnífico alimento. Lavado, cortado en rodajas y con unos granos de arena y un chorrito de aceite ya tenemos una ensalada de tomate. Si les gusta cargarle la acidez, antes del aceite le echamos un poco de vinagre. 18 kilocalorías por cada cien gramos. Hace falta comer un kilo de tomates para conseguir las mismas calorías que con 20 gramos de mantequilla. Y en la salsa de tomate solo gana las que le aporta el aceite. A cambio, tenemos un producto que se encuentra en el selecto catálogo de los super alimentos: es rico en antioxidantes, en potasio y en vitaminas, y suele estar bien de precio a lo largo de todo el año. Pero es, a partir de ahora, cuando lo podremos conseguir con un sabor más intenso. Para mediados de julio llegarán los primeros tomates del país, es decir, los de las huertas cercanas.
España, que fue el país que lo difundió, es el octavo productor mundial, por debajo de Italia, que es el séptimo y Turquía. A la cabeza del ranking mundial está China, seguida de India y Estados Unidos. ¿De dónde son los tomates que tomamos? Los naturales son de España, eso es seguro. Solo por una cuestión económica: sale mucho más barato el tomate español que la importación de mercados tan lejanos, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de un vegetal muy frágil cuando es fresco. Pero ¿Y las salsas de tomate, los ketchup, etcétera? Ahí hay que estar finos y echar mano de las gafas de ver de cerca, porque buscar el origen de las cosas en los envases es como intentar localizar a Wally en los dibujos de Martin Handford: toda una odisea.
